10 preguntas para Kiasmos antes de su show en BAM

Poco podían imaginar Ólafur Arnalds, héroe de la nueva música clásica contemporánea, y Janus Rasmussen, miembro del grupo de pop electrónico Bloodgroup, que facturando electrónica de baile melancólica se convertirían en uno de los dúos más demandadas del circuito de clubs y festivales internacional. Desde su aparición en Sónar 2015 nuestro idilio con la dupla islandesa no ha hecho más que intensificarse con el paso del tiempo. Parecían haber bajado el ritmo en este 2017, pero encaran su recta final en plenas facultades: este domingo actúan en el BAM Festival de Barcelona, en el marco de una noche con los mejores talentos de Reykjavik, y el 6 de octubre lanzan un nuevo EP que debería servir de anticipo de un segundo álbum que se está haciendo demasiado de rogar. Antes, sin embargo, pudimos hablar con ellos.

 

¿Cómo empezó esta colaboración?

Ólafur estaba trabajando como ingeniero de sonido en un local donde mi grupo Bloodgroup, actuaba frecuentemente. Acabamos trabajando mucho juntos. Bloodgroup hicimos una gira de presentación de un álbum por Islandia. Ólafur estaba tan acostumbrado a trabajar en nuestros shows que decidimos que se sumase a nosotros. Así es como llegamos a conocernos bien y descubrimos nuestro amor compartido por la música electrónica.

 

¿Qué dirías que aporta cada uno al estudio?

Es todo una mezcla. Normalmente empezamos creando juntos algún tipo de base que suele ser un beat. Entonces cogemos nuestro instrumento favorito e improvisamos sobre esa base hasta que encontramos los elementos con los que nos sentimos cómodos para trabajar. A partir de ahí rebobinar hacia adelante y atrás hasta que estamos contentos con lo que tenemos.

 

¿Trabajais juntos u os envíais piezas desde vuestros estudios?

Siempre trabajamos juntos en el estudio. Nos fiamos mucho del feedback del otro.

 

¿Podrías decir algunas de tus piezas favoritas del equipo de vuestro estudio?

Nuestro equipo de estudio favorito últimamente es el Korg PS-3100. ¡Es un monstruo! Es muy viejo pero saca sonidos de otro mundo. Nos encanta trabajar con equipo analógico antiguo.

¿La experimentación es algo que se aprende a lo largo de los años o algo que tienes dentro desde el principio?

Es una mezcla de ambos. Cuando eres un crío, experimentar es algo que tiene viene de una manera muy natural. Conforme vas aprendiendo de aquí y de allí y ganando más experiencia puedes encontrar inspiración en tus habilidades adquiridas y partir de ahí.

 

¿Alguna vez os habéis planteado introducir voces en vuestra música como habéis hecho en vuestro trabajo musical por separado?

Hemos sentido la tentación alguna vez, pero nunca hemos sentido la necesidad porque las canciones hablan por sí mismas.

 

¿Estáis pensando ya en una continuación de vuestro álbum de debut?

Sí, lo tenemos en cuenta, pero con nuestras apretadas agendas siempre es difícil encontrar tiempo. Pero este otoño sacamos un nuevo EP, ¡así que permaneced atentos!

 

Actuáis mucho en España. ¿Qué sentís cuando lo hacéis?

Es alucinante actuar en España. Siempre hay una gran energía y vibraciones. Ningún show es idéntico al anterior, cada público aporta a la velada una atmósfera muy distinta. Estamos seguros que lo volveremos a sentir cuando actuemos en BAM.

 

Cuando pinchas, ¿cuál es tu objetivo? ¿Crear algo similar a lo que haces con Kiasmos o algo más libre?

Cuando pinchamos cogemos nuestras inspiraciones musicales y las combinamos con nuestra propia música. Siempre nos tomamos muy en serio nuestros sets. Es muy importante para nosotros encontrar los tracks que combinan mejor con el concepto de Kiasmos y crear la atmósfera adecuada.

 

¿Alguna opinión sobre el estado de la escena electrónica actual?

Creemos que la escena electrónica está en un lugar muy excitante. Todos los géneros se fusionan y colisionan los unos con los otros de una manera muy interesante y creativa. La tecnología da a la gente, especialmente la joven, la oportunidad de crear música de la manera que quieran.