Bailamos juntos, Luchamos juntos. Tbilisi, una visión de los sucesos del 11 de mayo desde el interior

En la noche del viernes, la escena de clubs de Tbilisi, uno de los pujantes epicentros del techno internacional, sufrió una serie de redadas policiales fruto de las políticas represivas del gobierno. Hablamos con activistas, productores, artistas y promotores georgianos para entender un poco mejor la situación que vive el país.

Este pasado fin de semana el panorama de la música electrónica se ha conmovido en sentido positivo, esta vez no con superficialidades, ni asuntos comerciales ni polémicas absurdas. La conmoción surge de los sucesos acaecidos en la capital del lejano país de Georgia, Tbilisi, sede de una de las escenas techno más sólidas del planeta con varios de sus clubes insignia amenazados por una desproporcionada acción gubernamental, que con el pretexto de la lucha con el narcotráfico ha generado una de las protestas más destacadas de la comunidad electrónica en los últimos tiempos, suficientemente documentada en los mejores medios especializados del planeta, pero desde fuera.

Nosotros hemos pretendido llegar más al fondo en las causas y orígenes de este problema, hablando en primera persona con varios de los actores directos de la protesta, como es el activista Paata Sabelashvili, fundador y cabeza del movimiento White Noise, productores georgianos como Irakli Kiziria (parte del proyecto I / Y, georgiano residente en Berlín pero con una amplia perspectiva sobre el asunto) o Greenbeam and Leon, productores y dj’s residentes del club Kidhi, más la opinión de clubbers y actores de la escena local, que nos han ayudado a alcanzar al epicentro del problema por encima de lo que proponen los medios generalistas que en el caso de nuestro país ni se han hecho eco del asunto.

Lo novedoso de estos acontecimientos reside en el método utilizado, simple y llanamente el poder de la música como arma reivindicativa contra la intolerancia y la cerrazón, contra las ideas extremas y el totalitarismo, no solo como campo del disfrute hedonista y despreocupado, sino como plataforma para cambios reales tras dos días de protesta musical a las puertas del parlamento georgiano e incidentes con contramanifestaciones de corte ultraderechista.

Para ponerse en situación debemos hacer una retrospectiva sobre los últimos años de esta ex república soviética, lugar de origen nada menos que del tristemente recordado José Stalin. Se trata de una sociedad con muy fuertes convicciones religiosas, siendo la iglesia ortodoxa dueña del 90% de las almas creyentes. Su emancipación de la madre Rusia fue como en muchos otros sitios traumática incluyendo un conflicto civil al que se puso fin en 2003 con la llamada Revolución de las Rosas. Posteriormente en 2008 se produce un conflicto armado con Rusia por la región de Osetia del Sur. Desde ese momento las fuerzas de la ultraderecha, antes marginales han progresado en número, supuestamente con la ayuda directa de la Rusia de Putin… esto claramente va mucho más allá que un tema de drogas, su lucha se enfoca directamente contra la libertad que hay en los clubes, contra la manifestación libre de la sexualidad, contra la igualdad de opciones, contra la democracia en definitiva.

Paata Sabelashvili lleva desde mediados de los noventa siendo parte activa del movimiento rave local, desde el club Aura en Tbilisi allá por 1996, cuando el mero hecho de salir por la noche y bailar suponía un escándalo para la tradicional sociedad georgiana, sufriendo frecuentes tratos homofóbicos y discriminatorios hacia aquellos que se salían de los patrones habituales del sistema, fundando en 2006 el primer colectivo defensor de los derechos LGBT en el país: Inclusive Foundation.

Es por relevancia y extensión de su respuesta el primer personaje con el que entramos en materia. Su papel principal es como fundador y gestor de  la plataforma White Noise junto a Naja Orashvili, director de Bassiani. La organización está principalmente focalizada en la reforma de la política de drogas vigente. El colectivo nació a raíz del movimiento organizado para la liberación de Beka Tsikasrishvili, quien se enfrentaba a de 7 a 14 años de cárcel por la posesión de tan solo 69 gramos de cannabis.

Gracias al apoyo de este grupo organizado, la sentencia de Beka fue recurrida en el tribunal constitucional y es en este momento cuando el movimiento pasa a denominarse White Noise, Según palabras del propio Paata, la filosofía de White Noise está basada en la teoría de la interferencia, por definición el ruido blanco contiene la suma de todas las frecuencias y es en principio desagradable al oído, es el ruido que produce una televisión cuando está encendida y no recibe señal, esa pantalla gris se compone de infinidad de puntos que no hacen nada por sí mismos, pero que en conjunción generan ese ruido que te mueve a cambiar de canal y buscar una señal estable”. White Noise ha sido el primer movimiento de bases voluntario que ha conocido nunca Georgia y está compuesto por escritores, fotógrafos y videoartistas, abogados, diseñadores gráficos, ingenieros de sonido …

¿De dónde surge la conexión con la escena de club local?

En el comienzo de nuestra actividad unimos fuerzas con la gente del club Bassiani a raíz de la solicitud de apoyo legal por nuestra parte ya que varios clientes del club habían sido intimidados por la policía y obligados a realizar tests de orina… A raíz de esta primera cooperación, Bassiani pasa a convertirse en un de nuestros principales apoyos.

Con la base del club, hemos utilizado la pista de baile como medio para movilizar al público más avanzado hacia causas sociales y comprometidas, hemos comprobado que la gente acude al club para escapar de la triste realidad que les rodea, vemos su sufrimiento en los movimientos que realizan al bailar y en su ojos y queremos transformar la fuerza que les oprime en poder de liberación. Conseguimos que los clubbers se impliquen en actividades fuera del entorno lúdico, charlas, seminarios y por supuesto manifestaciones como la que se llevó a cabo este fin de semana. Convertimos la pista de baile de Bassiani en un lugar para la lucha, el concepto Rave no es solo recreacional sino una forma de acción.

 

¿Qué es realmente lo que ha desencadenado los acontecimientos de este pasado fin de semana?

Respecto a los hechos del fin de semana, el origen se encuentra aproximadamente hace un mes, cuando se producen varias muertes y comas repentinamente y al unísono, sospechamos que a causa del consumo de Mefedrona como así indican aquellos que lograron salir del coma. Tan pronto como tuvimos conocimiento de estos hechos lanzamos las primeras alarmas, hicimos mucho ruido en la comunidad, aconsejamos a la gente que no consumiera ninguna sustancia que no estuviera bajo su control, hicimos nuestro trabajo (el trabajo que debería hacer el gobierno)

Tan pronto se hicieron públicas las dos primeras muertes, los grupos radicales neonazis comenzaron a presionar a las fuerzas policiales para que intervinieran en el club Bassiani cerrándolo al público, al ver en él el epicentro de sus fobias.

Ya avanzada la noche del 11 de Mayo se produce la intervención directa de los cuerpos especiales en Bassiani y Café Gallery, asaltando dichos lugares por la fuerza, reteniendo tanto a público como a parte del staff. Desde ese mismo momento las protestas del resto de asistentes a los clubes se hicieron patentes en la misma puerta de los mismos y fueron derivando paulatinamente hacia la zona del parlamento, lo mismo hicieron los asistentes a otros importantes clubes de la ciudad como Kidhi que cerraron sus puertas en solidaridad.

En los primeros momentos de concentración frente al parlamento la actuación policial fue de la máxima brutalidad, lo que provocó que la propuesta creciera en dimensiones y afluencia, que ya el día 12 y de manera espontánea convocó ante el parlamento a más de diez mil personas, al calor de un Sound System masivo y con aquellos artistas que la noche anterior fueron privados de sus actuaciones en los clubes intervenidos y aquellos que cerraron en solidaridad; representando la banda sonora de la protesta desde ese improvisado púlpito. La reacción de la concurrencia no fue sino seguir actuando como si en club  o una rave se encontrasen, sin gritos, sin violencia, solo con sus cuerpos danzando.

Más tarde, llegan nuevas noticias que afirman que las 8 personas presuntamente responsables de la distribución de esa sustancia mortal ya estaban detenidos antes de la operación policial y totalmente fuera del entorno de los clubes atacados, lo que generó una nueva oleada de rabia que movilizó aún a más personas en la convocatoria del día siguiente. Tras dos días de protesta en crescendo, finalmente el ministro del interior compareció el domingo a la noche pidiendo disculpas por la desproporcionada acción policial, prometiendo avances en la política sobre drogas y al tiempo exigiendo de nuestra parte disculpas por insultar a la policía, hecho que no me consta que ocurriese. En este punto se decide suspender la manifestación y dar una semana de plazo al gobierno para que haga efectivos esos cambios, cosa que realmente dudo.

Hablamos también con Irakli Kiziria, quien nos asegura que se trata de un problema de los políticos que dirigen el gobierno, que no saben lidiar con los problemas de las nuevas generaciones que lo que buscan es simplemente democracia real e igualdad, con la cultura de club como estandarte de este movimiento de cambio social y defensa de los derechos humanos básicos. Estos grupos políticos culpan a la propia escena de club de estos problemas relacionados con las drogas, atacándolos directamente como ha sucedido este fin de semana’.

Preguntado sobre el auge de la ultraderecha en el país, afirma: Los movimientos de extrema derecha son ahora muy fuertes en mi país, como se pudo ver en la contramanifestación del domingo, pero hay algo más detrás de estos grupos, facciones conservadoras e intereses pro rusos, se trata de una guerra velada entre la nueva y la vieja generación”.

 

¿Cuál crees que es la salida a esta crisis?

Mientras esperamos a comprobar si el gobierno cumple sus promesas con respecto a los cambios debemos permanecer unidos y no bajar los brazos. Agradezco mucho el interés de los medios internacionales de todo tipo en la cobertura de los acontecimientos y seguro que sirve como válvula de presión para que se tomen las decisiones adecuadas.’

Por último, hablamos con Leon Lolishvili, residente del club Khidi, productor como Boyd Schidt y Greenbeam & Leon, quien nos comenta: “En primer lugar quiero agradecer a la escena internacional su apoyo y solidaridad ante los graves sucesos ocurridos este pasado fin de semana. Tenemos que entender que Georgia está atravesando una revolución mental y que los clubes de música electrónica están siendo parte fundamental de esta revolución, al ser los lugares donde la juventud expresa al máximo su libertad en todos los sentidos, donde nadie les juzga y pueden ser ellos mismos. Esto se hizo también visible en las manifestaciones donde se bailó para defender los derechos de la comunidad. En países como el mío es muy duro ser parte de una minoría, teniendo enfrente gente que es de mentalidad totalmente opuesta a cualquier tipo de progreso y anclado en el viejo comunismo o la extrema religiosidad”.

Preguntado sobre como comenzó la espiral de violencia del fin de semana , contesta: Las razones para el comienzo de todo este alboroto son varios casos de defunciones relacionados con drogas de gran potencia, totalmente fuera de la escena de clubs. Nada más conocer la existencia de estos casos los clubes mismos se pusieron manos a la obra para detectar cualquier posible intrusión de la sustancia en sus locales, cosa que no se produjo, lo que lleva a pensar que todo estaba orquestado de antemano para atacar a nuestra comunidad. Otro de los motivos que lleva a las autoridades a poner el foco en los clubes es la existencia de una cada vez más potente comunidad LGBT, colectivo directamente odiado por los fundamentalistas”.

Con respecto al auge de la ultraderecha afirma: El segundo día de protestas hubo extrema tensión debido a las manifestaciones neonazis contra nosotros, nos rodearon y violentamente trataron de acabar con nuestras reivindicaciones, a lo que reaccionamos pacíficamente, para no repetir los errores de nuestros padres que ya se enfrentaron fraticidamente. Debo reseñar que en este segundo día las fuerzas policiales nos protegieron de los ataques, cosa que realmente no esperábamos”.

Finalmente, sobre las posibles soluciones al contencioso, comenta: Es muy importante que el gobierno vea que hay una gran parte de la sociedad que defiende valores occidentales y de democracia e integración universales y que los defenderemos pacíficamente a costa de lo que sea necesario, derecho a ser libres y expresarse libremente. Espero que el gobierno cambie esta terrible política anti droga en la que según la ley vigente puedes pasar de 8 a 20 años de cárcel por cantidades ridículas de cualquier tipo de sustancia.”

Así pues, la cosa se encuentra en un punto de reposo, que esperamos lleve a lugares más optimistas, lo que está claro es la fuerza social que adquirido a nivel internacional este movimiento, va ser difícil de neutralizar con promesas vanas y seguramente nos encontremos ante el comienzo de una larga lucha que ni mucho menos acaba de comenzar, pero que ya por lo menos tiene los ojos y oídos del resto del mundo pendientes. No cabe duda que este hecho pondrá de actualidad situaciones similares en el resto del mundo, sin ir más lejos en nuestro país, donde es habitual la actuación policial desproporcionada contra cualquier manifestación asociacional relacionada con la música electrónica.