Skygaze

A pesar de que sus andanzas musicales comenzaran tocando la guitarra con un grupo de amigos y escuchando metal y hardcore, en la actualidad, donde Jaime Tellado se siente realmente cómodo a la hora de producir está entre los 80 y los 100 bpm. El gijonés (de profesión arquitecto), arranca historial en la producción de música electrónica en 2007 -bajo el alias de Jimboo– y no será hasta 2013 cuando pase a ser Skygaze. Hace menos de dos meses publicaba su último trabajo: Endless Harvest (autoeditado) -cargado de texturas abstractas y preciosismo en los beats- y apenas unos días después nos entregaba este Beatcast, en el que ha querido reflejar precisamente la música que más le seducía en los meses que rodean a la elaboración del ábum.

En los ritmos fabricados por Jaime puede verse una clarísima influencia del rap, algo que le viene de edades tempranas: “Cuando escuchaba metal, también escuchaba mucho hip hop; 7 Notas 7 Colores, Wu Tang Clan, Phoraene Monch, Method Man… La electrónica me empezó a molar con los primeros discos de Border Community; Nathan Fake, James Holden, Fairmont…”.

Sobre su otro proyecto musical (Vaporazu, junto a los también gijoneses Alejandro SantanaHuias– y Eduardo Romero) dicen algunas de las personas que los han visto en directo, que son algo así como Karen Vs Actress. “Llevamos parados un tiempo -explica Jaime– y me molaría mucho retomar actividad. Si leen esto los energúmenos con los que me junto, pues eso… Que lo sepan”.

Lo primero de todo, cuéntanos un poco cómo fue el making off de tu reciente trabajo Endless Harvest.

Tenía mucho material que no había sacado y no soy muy de mandar a sellos para que luego no te contesten… así que decidí autoeditarme. Además, me apetecía mucho tener de una vez por todas algo físico, porque he sacado con varios netlabels. Así que recopile unos cuantos temas que había empezado en mi residencia en la Laboral de Gijón y los terminé. En cuanto al artwork, por mi profesión, soy muy aficionado al diseño gráfico y a los programas de modelado 3D e hice una especie de ilustración abstracta. Después grabé las cassettes, imprimí artworks y a mandarlas. Todo muy Do It Yourself.

¿Elegiste el formato cassette por algo en especial?

Porque es asequible para autoeditarse, porque creo que pega bastante con cómo suena el contenido y porque me gusta el formato en sí mismo.

¿Por qué le pusiste ese título al álbum?

La verdad es que los primeros meses del año estuve produciendo mucho y tenía (y tengo) mogollón de material. Entonces el llamarlo algo así como “cosecha sin fin” o “cosecha inagotable” me parecía bastante idóneo. Al fin y al cabo no hago música con un trasfondo muy definido, me gusta la aleatoriedad, los fallos, entender el hecho de hacer beats como una gimnasia mental ligada inevitablemente a una expresión artística.

En esa otra vida paralela a la musical eres arquitecto. ¿Te inspira de algún modo la arquitectura a la hora de hacer música (o viceversa, es decir, la música cuando trabajas en proyectos de arquitectura)?

No les acabo de encontrar conexión en lo que se refiere a maneras de producir, aunque sí que he leído cosas acerca de Xenakis, por ejemplo, que era un ayudante de Le Corbusier, y era músico también. No sé… A lo mejor un vínculo para ligarlas es la producción audiovisual, que es algo en lo que sí me molaría indagar… también porque mi novia hace cosas de vídeo y demás. De hecho tenemos un vídeo para tema “Fantasy” y que estoy esperando a que ella se decida a compartir con el mundo.

¿No lo habéis estrenado?

No. Fue su proyecto de fin de máster, está muy guapo. Con imágenes del Jardín Botánico y de Asturias, también con imágenes abstractas en 3D intercaladas.
Yo le presiono para que lo saque pero no hay manera, es muy perfeccionista.

Bueno, tú también tienes pinta de perfeccionista…

No, no… En realidad yo soy más en plan “a ver qué pasa”, es decir, no me complico tanto…

Lo que decías antes sobre los fallos y experimentar…

Sí, eso.

Cambiando un poco de tema, Gijón como ciudad (como arquitecto y como productor musical que eres) ¿te inspira de alguna manera?






En parte sí, volví aquí en enero de este año después de muchos años viviendo en Madrid, y bueno… La verdad es que la escala de la ciudad, el hecho de vivir en el centro y demás… sí que me resultan inspiradores. Aunque vivo un poco ajeno a todo lo que se mueve por aquí, me sigue interesando más lo que ocurre fuera.

¿Te refieres a lo referente a la música…?

Sí, en ese sentido hay muy pocos sitios a los que se pueda ir para descubrir música. Quitando el Café Dam (que acaba de cerrar), el Lanna y quizás el bar La Plaza en Cimadevilla… Y ahí se terminan los sitios para ir a descubrir música en esta ciudad en mi opinión. Es algo que, por ejemplo, no me pasaba en Madrid.

En Gijón además tienes otro proyecto musical (Vaporazu). ¿Estáis trabajando en algo ahora mismo?

No. Llevamos parados un tiempo y me molaría mucho retomar actividad. Si leen esto los energúmenos con los que me junto, pues eso… Que lo sepan.

¿Teníais algo entre manos antes de parar?




Queríamos grabar alguna de las improvisaciones de dos horas seguidas rodeados de hardware, pero nada… Vaporazu es como el nihilismo hecho música, o sino música, al menos sonido.
Somos un poco desorganizados, tenemos cosas paralelas, curros, etc… Se nos iba bastante de las manos, todo hay que decirlo.
Pero al hacerlo mola, es muy gratificante; porque no hay ordenadores, es todo más humano, más orgánico, ya sabes… no tan perfecto. Y hay ratos que puede sonar mal pero de repente te sale un pedazo de beat y es la polla. La pena es que ese beat no lo volvemos a sacar nunca.

Dentro de tu anterior EP (Fantasy, publicado el pasado mes de abril vía Love Our Records) incluías un remix para el tema homónimo en el que dejabas entrever un Skygaze algo más enfocado a la pista de baile), ¿has pensado hacer algo más en este rollo?

No renuncio a hacer algo rollo uptempo, me mola mucho el house clásico. Encuentro mogollón de relación sonora con el hip hop. También escucho mucho techno, drum and bass, juke, garage y demás rollos acelerados… La movida es que para producir estoy mas cómodo entre 80 y 100 bpm, me parece más complejo captar la atención en tempos lentos y quizás por eso (y porque me mola complicarme la vida) hago este tipo de cosas. Pero sí, supongo que en algún momento sacaré algo más pistero. Me  gusta mucho cómo compagina eso Lone por ejemplo, tiene algunos discos con influencia Dilla y otros que tiran más a rollos techno y house. El último disco ya es un híbrido de  todo.

¿Planes a corto plazo? ¿Estás trabajando en algo ahora mismo?






Sí, tengo planeadas bastantes cosas antes de que acabe el año. Un EP de cuatro cortes con Neonized Records, una colaboración con el rapero Demer Moltisanti (que ya está acabada), otra colaboración con el productor que más me mola del país: Abrigo de pelos. También saldré en un recopilatorio de un sello que está empezando en L.A y que se llama TooLush. Además he hablado con la gente de Love Our Records para hacer un tema a medias con ellos (con Kev y con un rapero del sello que se llama Player One). También hay intención de producir una base para un rapero de Cleveland que se llama AtariJones

Ya para terminar, ¿qué hay en este Beatcast?

La idea era meter música actual que he estado escuchando los últimos meses. No es una sesión de baile, es bastante downtempo, más para escuchar por la tarde tomándote algo tranquilamente. Y sobre el contenido… he metido bastante rollo Brainfeeder (Lapalux, Teebs, Flying Lotus…) gente nacional que me encanta como Lost Twin, los chicos de Wesphere, Abrigo de pelos, mis colegas de Huias…. Y también productores que he descubierto este año y me flipan como Mo Kolours, Mute Speaker o Adjayam.

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Texto: Alicia Álvarez