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CJ Bolland, mucho más que una vieja gloria

Reconozco que hace años que perdí la pista a CJ Bolland. Sí, de tanto en tanto he escuchado algo suyo gracias, especialmente, a la famosa playlist que corre por Spotify con todos los temas que se pinchaban en Nitsa en los 90. El caso es que el belga sigue vivo. Un poco de casualidad me enteré de que tiene un grupo llamado Magnus y que su mano derecha es nada menos que Tom Barman, líder de dEUS, posiblemente la banda más conocida de su país a nivel internacional. Juntos hacen música electrónica de baile que bebe un poco de cada uno de sus respectivos backgrounds que, aunque puedan parecer antagónicos, tienen puntos en común. El caso es que el año pasado lanzaron su segundo disco como dúo, “Where Neon Goes To Die”, que se describe como un cruce entre JJ Cale y Kraftwerk. Ha contado con la colaboración de Mark Lanegan, Tom Smith de Editors y Selah Suh entre otros y mañana lo presentan en el Sidecar de Barcelona. Y, claro, no queríamos perder la oportunidad de hablar con una de las figuras clave del techno más oscuro y crudo de los 90, impulsor del sonido rave y emblema de R&S. Por supuesto, le preguntamos sobre este nuevo proyecto y cómo ha cambiado su vida en todos estos años, pero también retrocedemos al pasado para recordar los viejos tiempos. Una inoportuna prueba de sonido interrumpió una charla nostálgica, pero vaya, no cada día se habla con una leyenda como él. 

¿Recuerdas cómo conociste a Tom Barman?

Fue en el año 2000 en Amberes en un sitio donde comprabas una entrada y podías ir a cinco clubs distintos. Molaba mucho. Yo pinchaba en una de las salas y un amigo mío me vino y me dijo, tenemos que ir a este otro lugar donde está Tom Barman. Y yo me pregunté: “¿Tom Barman pinchando, qué coño?”. (Risas) Y nada, fui por la curiosidad de ver a una estrella del rock pinchar electro-techno y estuvo muy bien. Después de media hora pinchó uno de mis discos, así que fui a presentarme y me dijo que era un gran fan mío y me pidió mi número de teléfono porque quería trabajar con alguien de mi campo. Me llamó al día siguiente, me invitó a su estudio y así empezó todo.

¿Qué tema era? ¿Lo recuerdas?

Sí, era “It Ain’t Gonna Be Me”, que tenía un rollo más breakbeat.

Venís de mundos muy distintos, ¿cómo os ayudabais el uno al otro?

Para empezar, Tommy y yo compartíamos un amor por la new wave cuando éramos chavales. Escuchábamos mucho de ese material. También le gustaba mucho el hip hop. Y yo, ya sabes, vengo del hardcore techno. Lo juntamos todo, yo puse mi lado oscuro y duro y él me introdujo las canciones y trabajar con músicos. Para mí fue una gran experiencia tener instrumentos reales en el estudio.

El nuevo álbum es probablemente lo más variado que has hecho hasta ahora. Sigue siendo oscuro, pero tiene algo de pop y hip hop. Algunas canciones son épicas, otras más melosas. ¿Te sientes a gusto ahora que ahora que no te cierras a un cierto género, ahora que nadie te pide que hagas el nuevo pelotazo techno?

Sólo hago lo que me gusta en cada momento, así que no me preocupa. Pero si te fijas en todas las producciones en las que he participado, me gusta lo oscuro. Todo fue muy orgánico y fluido. En el primer álbum aún tuvimos que conocernos un poco y descubrir hacia dónde queríamos ir, pero con el segundo ya lo teníamos todo muy claro y fue muy rápido.

El segundo disco llegó diez años después del primero. ¿Cómo concibes este proyecto, como algo regular o paralelo?

Realmente no teníamos nada pensado. Pero así fue. Diez años es mucho tiempo entre álbum y álbum, pero yo empecé a trabajar con dEUS, Tommy se involucró en películas, y por eso tardamos tanto aunque la discográfica nos lo pidió antes.

Remezclasteis a Editors en 2010, ¿fue esa la razón por la que conseguisteis que su vocalista cantase en el disco? Quiero decir, ¿le gustó el remix?

Cuando grabamos la canción, Tommy se dio cuenta de que tendría más fuerza si la cantase alguien con una voz más épica. La primera persona en la que pensamos fue Dave Gahan de Depeche Mode, o alguien parecido, pero Tommy me dijo que había tocado recientemente con Editors, que Tom Smith era un buen tipo y tenía una buena voz, así que le preguntamos.

Has participado en los discos de dEUS desde entonces. ¿Qué crees que has contribuido?

Ha sido muy educativo. Es una cosa muy distinta, pero ya la llevo haciendo durante diez años. Cuando hice “Pocket Revolution” de 2005 fue un gran cambio porque nunca había trabajado con una banda de rock. Pero como tenía una buena relación con Tommy y ya habíamos trabajado juntos creímos que era una buena idea. Fue una experiencia muy divertida. Pero es un trabajo jodidamente difícil, tío. Especialmente con una banda tan compleja como dEUS. Me lo he pasado muy bien, pero también he trabajado muuuuy duro. Y lo haré de nuevo.

¿Qué planes tenéis para el futuro?

Haremos de cara al verano un EP de cuatro o cinco canciones. No queremos hacer un disco porque nos involucramos mucho y acabamos tomándonos demasiado tiempo. Después de eso me gustaría hacer algo en solitario de nuevo. Hay cosas muy interesantes que están sucediendo en la escena electro-techno y quiero formar parte de ello.

¿Ha cambiado mucho tu técnica de producción desde los inicios hasta ahora?

Obviamente, la tecnología ha cambiado mucho. Pero sigo siendo muy de la vieja escuela, utilizo mis cacharros analógicos y mi viejo equipo, aunque mi relación con los equipos nuevos también es genial ya que las posibilidades son infinitas. Como en toda profesión, la experiencia ayuda y, sí, ha evolucionado bastante.

¿Qué tienes en el estudio?

Uffff…

Bueno, así un poco en general.

A ver, depende de en lo que esté trabajando. Con Magnus me gusta utilizar Cubase o Ableton. Con este último lo tengo programado de una manera para hacer efectos y loops alucinantes. Y ya para mis cosas más electrónicas tengo Pro Tools y una cantidad ingente de teclados, Rolands, Minimoogs… Y todo eso también lo utilizo en dEUS.

Tocáis en Barcelona en una sala muy pequeña, es como un sótano, pero tiene un feeling muy underground. ¿Cuál es tu tipo de espacio favorito para tocar?

Mi favorito es uno en el que todo el mundo esté feliz y disfrutando de la música. En esta primera gira europea hemos tenido de todo. Aunque haya habido noches en las que no hemos vendido muchas entradas, ha habido shows magníficos. Así que de momento estoy muy contento. Me gustan los sótanos pequeños y oscuros. Con 25 años de carrera en el techno he tocado en sitios gigantescos, pero donde está la diversión es en sótanos de 150 personas pasándoselo en grande.

¿Cómo son vuestros directos? ¿Hay un fuerte componente electrónico o una mezcla de todo?

No, hay un fuerte componente electrónico. Tiro mucho del Ableton para los efectos y las voces también salen de ahí cuando no tenemos coristas. El batería, aunque tiene un kit acústico, también tiene gatillos. No sonamos como una banda de rock, pero todo es en vivo. Tenemos un teclista, guitarra y vocalistas. Es decir, el setup es tradicionalmente rock, pero no suena exactamente a eso.

Cuando fundaste Mole Records dijiste que sólo querías sacar música de gente que te girase la cabeza. ¿Sigue en activo?

Lo dejé hace años. Era demasiado trabajo para mí encargarme de todo el papeleo, todo ese rollo oscuro que se ha de hacer en un sello. Yo sólo quiero componer música, no estar sentado en una oficina. Además, tampoco se volvió lo suficientemente grande como para contratar a gente, así que terminaba haciéndolo yo y pensaba: “buff, así no es como quiero terminar mi carrera”.

“Camargue” es una buena elección para la banda sonora del documental “The Sound Of Belgium”. ¿Lo viste?

Por supuesto, es genial.

¿Así que crees que capta la esencia de lo que era vivir en Bélgica esos años?

Sí. A ver, es fascinante, pero se centraba en el new beat. Yo venía más de la new wave y la cold wave. Te da una idea genial de lo que se vivió en esa época, pero me hubiese gustado que profundizase más en el techno.

Todo el movimiento new beat y EDM tiene este documental, ¿pero crees que la gente le ha dado crédito a Bélgica por su contribución a la música como con otros países?

No sé. Recuerdo en los noventas que cuando salía mucho techno duro de Bélgica nos prestaban mucha atención. El problema es que como teníamos a Alemania de vecinos, un gran contribuyente de EBM, no nos hicieron tanto caso como debieran. Pero la cosa ha cambiado. En los 80 y 90 mucha gente no sabía dónde estaba Bélgica. Ahora sí.

Me acuerdo cuando uno de los discos que más quería era “Electronic Highway”. Tuve que encontrarlo en una tienda de segunda mano de Londres. Ahora todo es más fácil con Discogs, las reediciones y tiendas online. ¿Echas de menos esos días en los que ibas a hacer crate-breves y ansiabas una gran sorpresa?

(Ríe) Sí, por supuesto. Lo echo mucho de menos. Uno de mis días favoritos de la semana era el jueves, cuando iba a cinco o seis tiendas de discos de toda Bélgica. Y los fines de semana, cuando tocaba por toda Europa, intentaba ir al máximo número de tiendas y no había nada más excitante que bucear entre cubetas y encontrarte con ese disco raro que llevas buscando desde hace años. De acuerdo, sí, ahora utilizo Beatport, pero la experiencia es distinta. No emociona comprar online.

Fuiste el primer artista en hacer un DJ-Kicks. ¿Qué opinas de la evolución de la serie?

Bueno, no los he escuchado todos, pero algunos son realmente buenos. Recuerdo cuando iba en taxi con el fundador de vuelta del E-Werk de Berlín que me comentó que le encantaría hacer esta serie y dije que estaba interesado en participar. Y, mira, se ha convertido en algo grandioso y muy popular.

Tuviste un gran éxito con tu primer disco en Polygram, ¿pero te arrepientes de alguna manera haber dejado R&S después de tantos momentos de gloria?

Bueno… Eso es una pregunta muy grande con una respuesta muy grande. En ese momento no estaba del todo a gusto en R&S y Polygram me ofreció un muy buen trato, así que me fui. Tuvimos este gran éxito, todo parecía perfecto, pero poco después ya echaba de menos toda la familia R&S, todo ese buen rollo y espíritu genuino, amábamos la música… y en Polygram era otro artista más entre Robbie Williams y gente así. Perdí el interés de trabajar en una empresa así y por eso sólo hice un álbum. Si lo pienso ahora en frío, sí, fue un error. Pero mira, si no lo hubiese hecho no habría salido ese LP. Aunque, eso, si volviese al pasado me hubiese quedado en R&S.

¿Aún tienes contacto con Renaat?

Sí, lo veo bastante. En fiestas y también fuimos a cenar hace un par de meses. Sí, hablamos y salimos de fiesta.

¿Qué opinas de la escena actual, crees que se ha mantenido fiel a sus orígenes?

Hay muchos artistas y, sí, grandes cosas, pero hay tantos lanzamientos que has de investigar mucho. No te sabría decir un productor en concreto porque hay muchos… Perdón, me acaba de decir mi tour manager que tenemos que hacer ya la prueba de sonido. ¿Lo tienes ya todo?

Hostia, casi, ¿puede ser una más?

Venga, venga.

Aunque su música es muy diferente a la que hacías en los 90, hay productores como Lone y Jamie xx que han recogido vuestro legado y han ayudado a darle una nueva vida. ¿Crees que la música rave puede sufrir un revival como otros géneros?

Me encanta Jamie xx. Mola ver cómo esta gente coge influencias de todos los sitios. Es un poco lo que nos pasó a nosotros. Tommy era un cantante de rock y le interesaba el techno oscuro y quería involucrarse. Me encanta ver cuando jóvenes productores recogen música electrónica y la llevan a nuevos terrenos.