Crítica de “Graphical”, el álbum de debut de Tensal

Héctor Sandoval consolida su proyecto solista Tensal con la publicación de su primer disco para Soma. Lo reseñamos.

Héctor Sandoval llega al punto álgido de su proyecto Tensal con este trabajo extendido para el sello escocés Soma Quality Recordings, una de las piedras fundacionales de la música electrónica europea. El camino de este proyecto ha sido relativamente corto, pero tremendamente prolífico, ya sea en forma de Ep’s simples, Ep’s extendidos, remezclas y temas sueltos incluidos en recopilatorios, que han visto la luz en su propia etiqueta Tensal, Pole Group, Children of tomorrow, Ownlife, Falling Ethics, Modularz, Float Records … entre otros y en forma de remixer en otros tantos sellos de prestigio conformando un total de más de cien temas en unos 3 años, record realmente difícil de superar y que da una idea de las dimensiones creativas de este animal musical, dicho sea esto desde el máximo respeto y admiración.

Tensal es un proyecto que hace realmente honor a su nombre, si lo que queremos entender es ‘tensión’, esa tensión en un principio estuvo ligada a temas directamente de baile, compuestos de los elementos mínimos y con clara vocación de herramienta de mezcla. La idea se ha ido ampliando y mutando y la profundidad ha tomado parte en el menú, los registros se han actualizado y la paleta sonora ha sido ampliada con más timbre y texturas, pero la idea principal de tensión sigue siendo la línea editorial del proyecto. Esa línea temática no se abandona en este álbum, que debe ser consumido en el orden que propone el tracklist para sentir la experiencia tal y como la diseñó su creador.

Comienza pues el viaje con Belga, secuencias efectadas al máximo, pulsante línea de bajo, elementos que se van mostrando progresivamente, de menos a más, creciendo en presencia… no se necesita la ayuda de percusiones o contundencia, los propios sonidos sintéticos crean la obligatoria tensión. Pasamos a cadencias rotas en Santolaya, con rítmicas deudoras de la mejor IDM a BPM’s muy controladas y exhibiendo uno de los pocos detalles melódicos que nos encontraremos a lo largo del metraje.

Rojo camina por terrenos similares, haciendo uso de las altas altas frecuencias para mover nuestro subconsciente, despacio, desde lejos, en una onda que ya ejercita desde hace tiempo con su proyecto Komatssu. Convulsa va a la zaga, más rítmica fracturada, retorno a las líneas continuas de sinte y retazos del EBM noventero en sus detalles sintéticos.

Polariex es el primer ejercicio basado en un 4/4, a tempos relajados comienza a incitar al baile, los elementos como es tradicional en Tensal se van mostrando de menos a más, siempre fríos y procesados con los ritmos como grandes protagonistas.

Ego al 0 mantiene el pulso, desde la liquidez y la opacidad, que pronto se rompe con la aparición de percusiones de alta frecuencia y secuencias más presentes en el espectro. Zomb se aproxima más al estilo de sus EP’s, más rápida que sus antecesoras, repetitiva y cíclica, con un bleep que de menos a más se te va introduciendo en el cerebro.

Nos aproximamos al final con Pruvi4 un homenaje al lugar donde tiene su residencia y que recorre cada mañana paseando para encontrar su inspiración, aquí el bajo es el protagonista, profundo, casi dub y por primera vez sonidos más abiertos y flotadores hacen acto de presencia sobre la sólida base de ritmo y bajo. Cómo no la tensión y continuidad de sus líneas de sinte marca el sello de autor en este corte.

Se despide el trabajo con Mimix, que siguiendo la progresión es el tema más agresivo de la colección, la distorsión controlada y lo rugoso de los sonidos colocan este corte en la franja de la alta madrugada como parte de las sesiones que el mismo Tensal realiza en las cuatro esquinas del panorama clubber de calidad.

Un trabajo que pone la guinda a un proyecto que a día de hoy es de lo más potable del saturado panorama del techno actual y demuestra que no solo de bombo vive el género.