Aazra

Factor City llevaba un tiempo de barbecho, acaso rastreando por el subsuelo nuevos talentos a los que descubrir. Y este diciembre están de vuelta con una nueva referencia de TALKTOME, un productor del todo desconocido pero que según nos cuentan ellos está de algún modo vinculado a la escena. Así que nada de pajas mentales, no es el DJ de turno que piensas escondido tras una máscara. Su música se mueve por ese funk y soul con reminiscencias electrónicas que tanto gusta ahora. Quizá una novedad en el muestrario estilístico del sello barcelonés pero, en el fondo, no es ninguna sorpresa que se hayan decantado por él, pues siempre han tenido una cierta vocación pop.

El maxi se abre con el tema que le da nombre, “Aazra”, muy ochentas ella, como si hubiese sido compuesta por unos The The o gente con la sofisticación como bandera. La nota de prensa dice que va a 90 BPMs, es decir, no lo vas a poder pinchar a altas horas de la madrugada, pero quizá sí en un cóctel en una terraza de hotel bien chula. La voz reverberada gusta mucho, no diremos que seduce como los grandes del soul, pero casi lo consigue. De algún modo, entre esos ritmos selváticos y exuberantes recuerda a la de Pional. La otra pieza de TALKTOME, “Stari Grad”, ya es una electrónica más convencional, cosa que tampoco significa que sea ramplona. Simplemente nos ofrece ese tipo de sonido que podemos vincular más a Factor City. A medio camino entre el house y el techno, no es tan potente como la anterior, pero sirve para demostrar que el productor puede desenvolverse bien en distintas facetas.

El resto del maxi sirve para dar otros aires a “Aazra” de la mano de dos productores hasta ahora no vinculados al sello. Por un lado está beGun, que entrega una de sus habituales aventuras ensoñadoras. Se desposee de la mayoría de elementos del original para quedarse prácticamente sólo con la voz, que la trata de una manera que recuerda, y mucho, a la de Holy Other. Así estamos ante un corte de texturas acuáticas y unas melodías cautivadores. Un bombonazo, vaya. El dúo donostiarra Reykjavik606, a los que tenemos en alta estima en esta casa, se dedican a desmenuzar la pieza hasta dejarla esquelética, sólo sustentada por unas cajas de ritmo minimalistas. No convence tanto como la reconstrucción del barcelonés, pero es, sin duda, la más efectiva del lote de cara a las pistas de baile. Buen retorno, claro que sí.