El Museo Pompidou de París se convierte en club efímero por un día Con motivo de la Feria Internacional de arte Contemporáneo. Con motivo de la Feria Internacional de arte Contemporáneo.

El próximo jueves 18 de octubre, uno de los enclaves culturales más importantes de la capital francesa, volverá a apostar por la simbiosis de artes. La agencia We Love Art, con 10 años de experiencia en el sector y avalada por festivales como We Love Green o Peacock Society en conjunto con ‘los amigos del centro Pompidou, transformarán durante una noche el museo en una gigante pista de baile digital. Sirviéndose tanto de la cuarta planta del recinto como del foro del mismo.

La que ellos mismos denominan como: ‘’noche poco convencional y festiva’’ contará con dos eventos estrechamente relacionados pero que, al mismo tiempo, se pueden disfrutar por separado. No obstante, el protagonismo de ambos reside en la actuación del polifacético artista portugués Davide Balula, al que –como bien han dejado claro en la programación- dan carta blanca para emplear todo su dinamismo en el mundo de las artes visuales. Algo que le es cuanto menos familiar, ya que suele aprovechar todas las formas de materia natural (sólido, líquido y gas) así como estructuras y sistemas artificiales, bien de arquitectura o redes virtuales, para generar pinturas, esculturas, fotografías o performances adecuadas a cada sitio y público.

El primero de ellos tendrá lugar de 22:30 a 23:30h, con un cóctel previo a eso de las 22h. Su nombre es Rendimiento y está basado en la actuación de: ‘60 músicos de la Orquesta de Lamoureux, los cuales reinterpretarán el movimiento de las manecillas de un reloj. De habitación en habitación, de músico a músico, los invitados cruzan este reloj gigante y escucharán el tiempo que pasa. Una onda de sonido por minuto, ligeramente diferente cada vez y para cada uno que oscilará en los espacios del encuentro de las obras.’’

Mientras que, por otro lado, cuando esto finalice y hasta las 4 de la mañana se dará ya en el foro: ‘’una experiencia visual única creada con el sistema visual de la instalación de la luz colectiva, para emocionar a los huéspedes con la electrónica de músicos reconocidos.’’

Sin embargo, esta no es la primera vez que el museo abre sus puertas a la electrónica o la música de baile. Ya el pasado 2 de marzo, el sótano del Centro acogió los beats más genuinos y al público más atípico con las actuaciones de Vale Poher, acérrimo amante del mundo de los sintetizadores, Titus D’Enfer quien juega con lo más comercial del pop y lo más extravagante de la electrónica. Y, por último, el live de Malik Djoudi, un imprescindible de la noche francesa.