Groove de oficina

Noche fresca y fría en la capital con la presencia del gran John Digweed en la exitosa sesión Reverse, sesión de los viernes noche en la conocida discoteca La Riviera y lugar muy asiduo por cientos de clubbers madrileños (y algún foráneo que otro) que buscan los géneros más underground de la música electrónica. Primera actuación del año para el jefazo de Bedrock Records en nuestro país, el próximo viernes 30 aterrizará por la ciudad condal. Siempre es una gran noticia tener a Digweed por aquí.

Como decía, el frío apretaba y los aledaños de La Riviera no estaban tan concurridos como de costumbre; lo que se traducía en una gran afluencia de público desde las primeras horas de la madrugada. Pasadas las dos de la madrugada la sala ya lucía bastante bien y el éxito estaba asegurado, ahora le tocaba al gran invitado rematar la faena con su set de tres horas de duración; antes el residente, Karretero, era el encargado de ‘calentar’ la pista de baile. Y allí me encontraba a falta de diez minutos para las 3 de la mañana, viendo como Digweed ultimaba los detalles para comenzar su set.

Postura impasible de oficinista y comienzo entre aplausos del numeroso público, formado por clubbers veteranos, novatos y bastantes fans del inglés, que casi llenaba la sala (diría que cerca del 80% de capacidad), por delante nos esperaba un viaje musical que conduciría uno de los mejores pilotos del circuito. El ‘oficinista’ Digweed siempre ha reconocido abiertamente que en sus actuaciones le gusta improvisar y que nunca preparada nada, es decir, que intenta leer la pista de baile y así buscar una conexión con el público. Y así fueron los primeros compases de la sesión, un tanteo musical donde sonaron temas House y Techno a partes iguales con alguna tímida melodía como la del “Free Nation (Ellen Allien Edit)” de Ellen Allien y Thomas Muller, tema de empiece, o como la del casi vocal con sintes agudos que sonó pasada la primera media hora del set (sonaba a promo de las buenas). La lectura fue clara, la pista quería Techno y mucho groove.

Y esa fue la línea que marcaría en la segunda hora, una segunda hora demasiada groovera que cada vez se alejaba más de las melodías. Digweed estaba ofreciendo temas bailongos que tanto gusta en pista, con alguna rica pincelada sonora como el gran remix de Chaim al “Give It Up” de Bambook, que provocó uno de los numerosos momentos de brazos arriba. La cosa estaba muy animada y el Techno ya iba cogiendo protagonismo en la noche, la última hora llegaba con fuerza en forma de bombos gruesos y contundentes. La pista de baile se lo pasó en grande en el tramo final gracias en parte al ritmo alto que imprimió el inglés en las mezclas, demostrando que sigue hilando muy fino y con soltura, y a una selección musical llena de auténticas bombas como la realizada por Chymera de nombre “Moot Point”; la cual está destinada a partir las pistas de baile de todas las discotecas.

El cierre se acercaba y Digweed soltó la traca final donde el sonido ácido hizo acto presencia con un efecto devastador en toda la sala (soy de los que piensa que el sonido ácido bien utilizado es una poderosa baza en una sesión, la gente enloquece), además de un vocal que recordaba mucho a Depeche Mode (apostaría por la remezcla de Matador al “Soothe My Soul”). Pero el gran momento de la noche llegó con las luces encendidas y un tremendo piano alegre muy bien acompañado por un doble bombo marca de la casa realmente efectivo, un temazo digno del mejor video de YouTube. El capo de Bedrock sacudió de lo lindo en la noche madrileña.

La despedida entre aplausos fue agradecida por Digweed con un último tema, el reciente éxito en ventas de la factoría Bedrock realizado por Carlo Lio y Harvey McKay de nombre “Droid Decay”. Pasaban las 6 de la mañana y ya tocaba recogerse, me iba con la sensación de haber disfrutado de una buena velada donde John Digweed supo leer a la perfección al público que acudió a Reverse con un resultado bueno pero sin brillo.