Una visita guiada al archivo heterodoxo del Niño de Elche

En el vídeo para Mensaje Diafónico de Val del Omar vemos la geografía arrugarse, fundirse y vibrar como si fueran ondas sonoras. Algo parecido ocurre cuando son las cuerdas vocales de Paco Contreras Molina las que tiemblan: el tejido mediático se agita y el público conservador arruga la frente.

Para el cantador heterodoxo Niño de Elche una de las metas más importantes, valiosas y complicadas en el arte es romper imaginarios. Quebrar lo establecido para que todos juguemos en un tablero más amplio, rico y, sobre todo, libre.

En Antología del Cante Flamenco Heterodoxo, el nuevo disco que el cantaor experimental ha publicado vía Sony, hace añicos los pocos corsés que todavía tenía puestos para moverse todavía más libre. Ha roto con cualquier ápice de tradicionalismo, empezando por su propia discografía.

Esta antología es un compendio de canciones e ideas con voluntad archivística. Con la ayuda del artista Pedro G Romero y el productor Refree el cantaor edifica un laberinto de 27 piezas nutridas por obras literarias, musicales o pictóricas recuperadas y recontextualizadas. Su vigencia es absoluta y a la vez atemporal.

Con Niño de Elche al teléfono nos adentramos en las entrañas de este archivo de dominio público y acceso libre.

 

Quería empezar por el principio. Cuando acabas el disco y decides retomar la creación musical de cara a este nuevo álbum.

Tenía distintos proyectos en mente. Uno de ellos era hacer una recopilación de todas las piezas relacionadas con el flamenco que había hecho en espectáculos, performances, danza, en museos, etc. Quería recopilarlas y llevarlas al disco, porque son piezas que no están grabadas.

Pero hablando con Pedro G Romero, que es el director artístico, me dijo que le gustaba mucho la idea, pero que había que contextualizarlo con otras ideas y bajo el paraguas de la palabra antología.

Y a partir de ahí empezamos a trabajar con referencias, con literatura. Cuando digo referencias no digo solamente musicales. Pictóricas, textos, ensayos, poesía… Y a partir de ahí empezamos a construir.

 

¿Y el cemento de la antología es la heterodoxia?

Sí, lo de la heterodoxia es una actitud. Es un nexo común que tienen estos 27 temas.

 

 ¿Cómo llegas a estos 27 temas?

Inicialmente teníamos 99 piezas o ideas de temas y, bueno, a  partir de ahí empezamos a cribar según nuestras opiniones… totalmente arbitrarias, claro (risas).

¿Junto a las ideas de Pedro G Romero?

Sí. Pedro G es la dirección artística y Raúl Refree es la producción artística. Y yo colaborando con ellos.

La aportación de Pedro G es prácticamente la misma que la mía. Es el que piensa en las fotos, quién debe hacerlas, el concepto… Toda esa gente luego trata conmigo, pero él es el generador de ideas. Y el que cuadra todos los conceptos para que todo case. Y Refree y yo intentamos traducir lo que Pedro y yo hemos trabajado antes.

 

¿Nace de la conversación el disco, entonces?

Sí, es un equilibrio de fuerzas. Trabajar siempre con gente que pueda aportar mucho más y ampliar tu discurso. Es mi forma de hacer y de relacionarme, siempre.

 

Las letras de las canciones son recuperadas…

Sí. Algunas son de cantes, otras de poetas, de textos… No son propias digamos. No es un disco de Pedro G Romero, de Refree y mío solamente. Va mucho más allá.

 

Me ha recordado a la idea del Libro de los pasajes. Partículas, ideas, pasajes que parecen dispersos… 

Claro, es una paradoja, ¿no? Las antologías se hacen para todo lo contrario, ¿verdad? Se hacen para sentar cátedra. Pues esta antología heterodoxa, lo que genera es abrir cátedra (risas).

Una cosa que siempre persigo en las artes y que valoro mucho es que no sea un proyecto acabado. Que cuando tú lo escuches o lo veas sientas que te inspira y que abre. Abre hacia un sitio en el que tú puedas aportar, o te catapulta. Esa es la cuestión de la antología. La antología está para inspirar, no es un concepto cerrado o una obra acabada. Esa es la idea.

Entonces, vas a seguir tirando del hilo. 

Yo todo lo que quiera… Eso está ahí. Ahora que cada cual lo interprete o se inspire. Es un archivo diríamos. Un archivo libre.

 

Decías en una entrevista que buscas poner el acento en la tensión entre lo primitivo y la vanguardia.

Este disco pone interrogantes a cuando la prensa habla de vanguardia, a cuando la prensa habla de moderno, a cuando la prensa o artistas hablan de antiguo… La antología los dinamita. No se puede hablar de artistas que están entre la tradición y la vanguardia, ni artistas que son modernos y antiguos… No. Ese discurso es del siglo 20. Hoy  en día no se puede estar en esa lógica. Y la antología lo demuestra. No es una ideología mía. Sino que la antología lo demuestra, con hechos.

 

¿Crees que es importante dinamitar cosas?

Romper imaginarios es muy importante. No sé si dinamitar (ríe) pero romper imaginarios sí. Las cosas se dinamitan por sí solas.

 

En lo musical el disco es muy variado. Me ha llamado la atención canciones como Coplas Mecánicas de Juan de Mairena. Pequeños samples de voz súper arpegiados. ¿Cómo llegas a puntos tan distantes entre sí?

Aquí cada tema, como es de su padre y de su madre, con una concepción diferente, tiene unos inputs muy diferentes. Hay temas que están más cercanos a la referencia, otros, que están inspirados en literatura, pues son mucho más libres en el sentido de la interpretación.

El que tú comentas, Coplas Mecánicas de Juan de Mairena, es un texto de Antonio Machado en el que habla de una hipotética máquina que se crea mediante el pueblo. Y esa máquina crea coplas mediante la petición de los sujetos populares. Pues claro, resulta que si tú cumples tal y como Machado va contando en el texto, ésta es la partitura que sale. No con los sonidos pero sí en la estructura.

Nos interesaba mucho también el momento en el que la poesía se difumina. El  cómo un poeta que se supone que es clásico, “el último poeta viejo” he escuchado a alguna gente decir, pues según como lo interpretes o lo mires, puede convertirse en actual y contemporáneo. Esas paradojas son las que respira la antología. Se trata de coger materiales, contemporanizarlos, llevarlos a tu presente, y ya de por sí, por el contexto, por las tensiones que crean, pues explosionan.

Podríamos decir que es el disco más experimental que has hecho. Y del género también es de los más transgresores…

Sí. Pero eso siempre depende del contexto en el que se haga el disco.

 

La Antología la edita Sony. ¿Cómo encaja un disco tan experimental y denso en una discográfica como esta?

Lo que hemos dicho antes, romper imaginarios. Pero te deberían contestar más ellos que yo. Por qué han decidido tomar esa decisión, apoyar un disco muy difícil, no solamente a nivel conceptual, sino también en el artwork, trabajar con un artista  de arte contemporáneo en vez de un diseñador, etc.

Yo lo veo una cosa súper positiva. Creo que se ha roto otro imaginario y bueno, yo estoy súper contento de que haya sucedido así, la verdad. Ojalá se tome como eso, como una ruptura de imaginario.

 

Igual se están reinventando.

No lo sé (ríe). Yo te puedo hablar sobre este trabajo. Reinventarse, una multinacional… Es imposible, ¿no? como bien sabemos. Pero sí es una declaración de intenciones, creo yo.

 

Con tanta diversidad sonora, ¿qué público tendrá este disco?

Pues este es uno de los interrogantes que iremos contestando a lo largo de estos meses (ríe). No sé qué público puede ir al concierto… Porque claro, el público Indie, que me ha seguido más en los últimos espectáculos, no sé cómo se va a tomar un disco así.

Lo más fácil para mi hubiera sido hacer un disco de banda y continuar haciendo 80 festivales al año y medio. Pero bueno… Esas zonas de confort  no son mi especialidad.

 

¿En qué os habéis basado para lo musical?

Ahí he trabajado codo a codo con Refree. Teníamos claro que no queríamos un disco de sonido impoluto. Queríamos que tuviese rugosidad, que tuviese telarañas… Calidez. Que las guitarras sonaran a madera, todo tocado de una forma más anárquica, sin claqueta en los temas…

Entonces nuestra inspiración es un poco la música que escuchamos. Porque claro, yo escucho la mayoría de música con texturas así. Que sean texturas rugosas, por entendernos.

 

¿Qué música escuchas?

Últimamente escucho electrónica, pero voy saltando mucho. También depende mucho del proyecto que esté haciendo, si estoy trabajando en una cosa u otra…

 

Porque te hemos escuchado hacer desde Ambient a reinterpretar Raves.

Sí, yo escucho un montón de música muy muy diferente y según para que finalidades. No tengo una línea clara que me apasione.

Hace algún tiempo publicabas una colaboración con El Coleta, por ejemplo.

Un amigo en común me llamó y me dijo “Oye, El Coleta quiere que colabores con él”. Me pasó un boceto, yo le grabé las voces, y lo editó y lo produjo y todo. Yo es que no tengo reparo en colaborar con nadie porque lo veo todo muy cercano. No veo ningún género lejano. Lo veo bastante normal.

 

¿Por qué eliges a Refree para este disco?

El productor me lo propuso una gente que a priori iba a pagar el disco, que después no resultó. Me lo propusieron y yo dije que sí porque ya había conocido a Refree en un par de ocasiones. Después, cuando esta gente no apoyaba el disco, igualmente pensé que era la persona idónea, y cada vez estoy más convencido de que Refree era el único productor que podía hacer un trabajo de esta dimensión aquí en España, y en el mundo.

Porque es un trabajo que tiene contenido flamenco, había que trabajar con Pedro G y no es fácil trabajar con un artista de su envergadura… Conceptualmente e intelectualmente hablando. Y tampoco es fácil trabajar conmigo porque yo tengo un montón de neuras. Refree ha hecho un trabajo a un nivel increíble. Yo lo admiro un montón. Después de este proceso lo admiro muchísimo. Ojala sea un trabajo que se siga reivindicando más.

 

Te quería preguntar por Rosalía. ¿Cómo valoras todo este ascenso meteórico que ha tenido con el disco?

Muy positivamente. Somos colegas y nos llevamos muy bien. Rosalía ha sabido abrir el flamenco a un público que hasta ahora nadie lo había hecho. A parte de que canta de puta madre y que el disco me parece una joya, el disco que ha hecho con Refree, esto no hay que olvidarlo nunca, es un dúo.

A parte de eso, ella, con todo el movimiento de las redes, el Instagram y toda su estética, ha pisado un terreno que desde el flamenco no se había hecho nunca. Y con eso ha abierto una puerta a otro público de forma casi inconsciente.

Por su forma de cantar también lo hace accesible a otro tipo de público y creo que eso es de valorar  a un nivel increíble. Después, como artista joven, a ver por donde tira, a ver qué concepción artística va tomando… Pero hasta ahora, abrir una puerta a un gran público cantando flamenco con guitarra… Eso se dice muy pronto, ¿eh?

 

¿Ha roto un imaginario, como decías antes?

Totalmente. Y esto muy poca gente lo puede hacer. Lo valoro muchísimo. Me parece que somos bienaventurados.

 

¿Qué artistas más dirían que están ayudando a romper imaginarios?

En lo musical me cuesta de encontrar. Me cuesta bastante. Sobre todo porque es una cosa muy difícil. Por eso te lo remarcaba con Rosalía. Porque es una cosa que no es tan fácil de encontrar. Sobre todo arraigado a un género. No sé si en el Jazz o en el Rock puede haberlo.

 

Estamos haciendo esta entrevista antes de que se publique el disco. ¿Qué predicción, qué anticipo haces sobre su recibimiento? ¿Qué titulares cosechará?

Como el disco es tan abierto a las interpretaciones, imagino que cada medio lo llevará a su terreno. Tengo curiosidad por ver los medios más Indies, a ver como se toman este disco. Siento curiosidad. Sobre todo porque se me catalogó como el cantante indie hace un par de años… Pues me gustaría ver ahora esta gente como se lo toma. A ver si se sigue haciendo el trabajo, que en Voces del Extremo se hizo, de seguir desplazándose.

 

¿Crees que el Niño de Elche se desplaza a velocidad supersónica?

No, no, no… Se puede ir más lento, pero yo que peso 100 quilos no puedo ir a velocidad supersónica (ríe).