Gold Panda, un nerd infiltrado en el techno

Hace unas semanas Gold Panda lanzó su tercer álbum, Good Luck And Do Your Best, unas palabras que le transmitió un taxista en Japón y que se ha tomado al pie de la letra. Desde luego, poco mejor le podía haber salido el disco, tal y como os contamos en su correspondiente crítica. Y la semana que viene, concretamente el jueves 16, presenta estas nuevas canciones en vivo en Off At Forum, en una fiesta en la que también están Todd Terje, Omar S, Joy Orbison y Prins Thomas, entre otros. El mes pasado le llamamos a las oficinas de su sello en Londres para hacerle todo tipo de preguntas, desde su fascinación hacia la cultura nipona hasta el motivo por el que vive con su abuela. Le pillamos muy alegre (tal y como nos dijo, hacía 23 grados en la capital inglesa y eso era un lujazo para él) y nos dio buenas respuestas sobre la canción en la que Charli XCX le samplea o lo poco que le gusta salir de fiesta.

 

Querría empezar preguntándote cuándo empezó esa fascinación que tienes hacia Japón.

Tenía 14 años y vi una película de anime llamada Akira. Quería ver de dónde salían estos dibujos para adultos. Para un chico de mi edad, esa era una historia alucinante. Empecé a interesarme por Japón y cuando tenía 19 fui ahí con un DJ de techno. Fui a clubs a verle pinchar. De ahí empecé a aprender el idioma en la universidad. Desde entonces voy y vuelvo. Tengo amigos ahí con hijos, se ha convertido en parte de mi vida.

 

A mí también me flipa Japón pero nunca he estado, así que, ¿cuáles fueron tus primeras reacciones cuando llegaste ahí por primera vez?

Abrumado por ese sitio tan loco. Era joven y naif y nunca había viajado sin mis padres. Todo era excitante y alucinante. Muy futurista ya en 1999.

 

El título del álbum es algo que un taxista te dijo ahí. Teniendo en cuenta que te marcó tanto esa frase como para titular así el disco, ¿tuviste una respuesta para él o fue algo que te rondó la cabeza durante un tiempo?

Desde el momento en el que me lo dijo pensé que ese sería el título del álbum. Tiene connotaciones positivas y motivadoras. Era lo que necesitaba en ese momento porque no sabía qué hacer con mi música. Me daba un poco de vergüenza que mi música fuese feliz y se acercase al pop electrónico. Quería hacer techno oscuro, pero luego me di cuenta que debía seguir con lo mío. Esas palabras en ese orden sonaban algo feliz y me dije a mí mismo que por ahí debería tirar el disco.

 

Como dices, este álbum incide en ese tipo de sonido que has ido practicando a lo largo de los años, ¿pero te verías haciendo algo más oscuro o taciturno?

No sé si es posible. Puedo intentarlo, pero al final sale lo que sale. No sería honesto. Una parte de hacer música es conseguir tu propio sonido. Hago mucha música y es muy diferente, pero la única que saco es la que me siento cómodo que se identifique con mi alias, Gold Panda.

 

Si vuelves a Japón, que doy por supuesto que lo harás, y te encuentras con el taxista. ¿Cómo te imaginas la escena? ¿Le pondrías el disco?

No sé si entendería mi música. De hecho, diría que no le gustaría. Debe escuchar algo radicalmente distinto. Supongo que me daría las gracias pero no comprendería lo que le dijese. Tengo una foto de él por ahí y como haremos un libro de mis viajes aparecerá ahí.

 

¿Qué tipo de grabaciones de campo se pueden escuchar en el álbum y cuáles dirías que son las más raras?

Al final no utilicé tantas. El viaje a Japón me lo tomé más como una excursión para inspirarme. Pero, por ejemplo, en el primer tema cogí ese sonido muy agudo que surge cuando pones los cascos en el jack para ver una película en un avión y lo pasé al sintetizador modular. Tengo otros pero no los llegué a usar. Las grabaciones de campo fueron un ejercicio para la inspiración.

 

Precisamente te quería preguntar cómo recordabas todas las memorias del viaje mientras trabajabas en el álbum en casa. ¿Con fotos, vídeos, las grabaciones de campo como decías…?

Las fotos que hizo Laura [Lewis]. Me las pegué en la pared. Era todo muy visual, las miraba constantemente. Pero salió como salió, no es que eso me marcase en exceso. Suelo tirar por sonidos muy cinematográficos.

 

Y hablando de esto, ¿te gustaría componer una banda sonora y, si es así, de qué tipo de película?

Sí, pero en todo caso yo mismo haría la película. Me gusta llevar las riendas de todo lo que hago. Soy bastante egoísta. Quizá haría un filme de terror, uno muy extraña. Me gustan mucho las pelis de serie B, con poco presupuesto y mierdosas.

 

¿En qué punto decidiste que ibas a hacer un álbum en lugar del documental que tenías en mente de buen principio?

Llegó un momento en el que no me apetecía hacer más música, así que una vez tomé la inspiración en el viaje y gané la confianza de nuevo, me animé.

 

Antes hablabas del sintetizador modular. ¿Has pensado alguna vez buscar un enfoque más orgánico como Caribou o Bibio?

No. Me gusta el sampling, la música techno, coger los sonidos de los vinilos y trasladarlos a tu propia música. Sí que me gustaría samplear más instrumentos, pero no sé si esto lo haría más orgánico. Lo que está claro es que quiero huir de samplear a otra gente.

 

De algún modo, este álbum sugiere un retorno a tu genial disco de debut, Lucky Shiner. ¿Cómo dirías que has mejorado como músico en este tiempo?

Ahora estoy más contento con la música que hago, antes me costaba aceptarla. Pensaba que trataba de hacer algo que no podía hacer. Al final comprendí que está bien la música que hago y que no pasa nada que sea feliz, positiva o motivadora. Con el anterior disco parecía como si hubiese hecho algo que no era realmente mío. La verdad es que no estaba en un buen momento mentalmente y lo hice para contentar a todo el mundo. [Risas] Este es más honesto y menos forzado. No planeé nada, salió naturalmente. Confiar y aceptar lo que haces es la clave.

 

Luke Abbott se involucró en el proceso ya en la postproducción. ¿Cómo describirías de manera sencilla su impacto en el álbum?

Ayudó mucho en que estuviese confiado y tomase las decisiones correctas: que tuviese claro que debía hacer mi propia música y no pensar en la de los demás. Es muy inteligente en el diseño de sonido, sabe qué frecuencias chocan, cómo darle espacio a las cosas… Estuvo bien tener a alguien con una actitud positiva hacia mi música porque yo no suelo serlo.

 

Tu abuela salía en tu penúltimo vídeo. ¿Cómo surgió la idea de tenerla?

Vivo con ella desde hace dos años, así que fue algo natural. Quería mostrar dónde estaba en mi vida, dónde vivía. Ella es una gran parte de ello, además mola mucho ella. [Risas] Al pasar tanto tiempo con ella últimamente, sería estúpido no tenerla en el vídeo. Es muy bonito pasar tiempo con alguien que quieres.

Me parece estupendo, yo amo a mi abuela muchísimo, pero aún así no deja de chocar que un treintañero viva con la suya. ¿Cómo acabaste en su casa?

Me mudé de Alemania a Inglaterra. Fue todo muy rápido, así que cuando me dijo si quería quedarme con ella, lo hice. Con lo ocupado que estaba con los directos, al final ya me quedé permanentemente. Nos llevamos muy bien así que es muy fácil vivir juntos. Ella está contenta porque en su cultura y su pueblo en India la gente vuelve para vivir con sus padres o abuelos como una familia en una gran casa. Imagínate lo contenta que está.

 

¿Te imaginabas que tu canción You iba a ser sampleada e inundar el mainstream?

[Risas] No. Fue todo muy loco y no sé si estoy contento por ello porque ya no quiero tocar esa canción.

Es una pena, es realmente buena. ¡Debería darte vergüenza, Charli!

[Risas] Al principio no lo quería hacer, pero la conocí, fuimos a comer y es muy maja, inteligente y buena a la hora de escribir canciones pop. Les dije a la gente del sello que me diesen más dinero y al final acepté. [Risas] Fue una buena decisión porque de tanto o tanto Charli me paga algo.

 

Te quería preguntar sobre todo el movimiento chillwave. Ahora muchos de esos artistas como Toro y Moi y Neon Indian se han alejado mucho de ese sonido y es como si no existiese. De hecho, parece que tenga como connotaciones negativas. ¿Las tiene para ti?

Creo que fue un signo de los tiempos. Fue algo más americano porque la electrónica se volvió muy mainstream y se intentaron buscar pequeños géneros. Pero no es que me moleste. Tampoco creo que se utilice ya esa palabra para describir mi música, o eso espero, e igualmente no creo que encajase con esa descripción. No me siento parte de ese movimiento.

 

Ya hace de la última vez que te vi en directo. Si no recuerdo mal fue en el hall de un museo de arte…

…ah, ¿Caixafòrum?

 

Sí… Fue bastante sorprendente porque fue un directo con un rollo muy clubber que no encajaba del todo con el entorno. En Barcelona actúas la semana que viene en una especie de festival grande con todas estas connotaciones clubber. ¿Vas a adaptar tu sonido para que encaje mejor ahí?

Puede ser. De todos modos, no creo que debas cambiar lo que haces para contentar a la gente. Tienes que hacer tu música. No quiero hacer música de club. La gente va a bailar, pero no debes hacer música para la masa. No se puede contentar a todo el mundo.

 

Tú que giras por todo el mundo y estás en muchos festivales de electrónica. ¿Has visto un caso similar al de Sónar en el que la ciudad se llene de fiestas en cualquier club o sala?

No te sabría decir porque ni me gusta salir de fiesta ni la música en vivo. Los sitios con mucha gente no me gustan. ¿Es algo bueno o malo? Ni idea.

 

Hombre, si no te gusta tocar en un sitio grande con mucha gente… Estuviste en Primavera hace unos años, es el mismo recinto, así que imagínate.
Vale. Bueno, si estoy tocando no me importa, pero como público no. Apenas voy a los clubs, me cuesta divertirme ahí.