Inside Business: Jesús López, A Summer Story

Al habla con el director de Disorder Events sobre el estado de la cuestión del clubbing estatal, la situación que deja la crisis del COVID-19 y mucho más.

Inside Business nace con la intención de explicar qué y quién hay detrás del negocio de la música electrónica. Cuando vamos a un club o a un festival solo nos fijamos en los DJs y artistas que allí actúan, en pasarlo lo mejor posible, bailar, socializar y disfrutar de todo lo que comporta el término «entretenimiento»: detrás de todo esto hay una industria potente, ya indivisible del sector del ocio nocturno, la hostelería y el turismo.

Hoy toca tomar el pulso a la industria con Jesús López Martínez, director de Disorder Events, entidad organizadora de eventos como A Summer Story, Oro Viejo IFEMA, ASOT 600 Madrid, Armin Only Spain (Valencia), 01 New Year’s Day o Madrid Winter Festival.

A Summer Story anunciaba hace unos días la cancelación definitiva de su edición de 2020 y las nuevas fechas para 2021, el 18 y 19 de junio. Por el momento, la acogida está siendo más que positiva, pero la crisis del COVID-19 aún deja muchas incógnitas por resolver. De esto y mucho más hablamos en una charla ineludible para todo fanático de la música electrónica.

Cuando nació A Summer Story, ¿qué referentes teníais en la cabeza?

Ya no referentes, detectamos la falta de un festival de este estilo en la capital, y madrid es capaz de generar sus propios referentes. Claro que te fijas en modelos europeos, pero tienes que extrapolarlos al mercado y la tendencia de consumo local.

Detrás del festival hay una producción monstruosa. ¿Cómo se prepara un evento así? ¿Cuánta gente hay detrás?

El proceso de desarrollo de un festival de estas dimensiones es escalonado. Si bien es cierto que empezamos a trabajar en el festival con más de un año de antelación, el equipo que está constantemente activo es más reducido.  Se diseña el recinto, escenarios,… se prepara el cartel, proveedores, plan de seguridad y se hace números, muchos números. Luego también ten en cuenta que se requiere un ejercicio de reflexión de muchas personas durante mucho tiempo para dar solución a los problemas detectados de ediciones pasadas.

Pero quizás en enero sea cuando se produce el verdadero aumento de plantilla, se incorporan barras, técnica, infraestructura y, en resumen, todo el personal necesario para concebir un evento de estas características. Una vez llegado el mes del evento, este equipo aumenta considerablemente, para terminar contando con más de 1.700 personas trabajando cada día del evento.

 En general, para poder realizar un evento de estas características, prima la labor de organización y coordinación interna, de lo contrario se convierte todo en un caos con demasiados frentes que abordar.

A Summer Story empezó hace poco a apostar más decididamente por la música urbana. ¿Qué os ha aportado?

Creemos que hay que adaptarse a la actualidad, siempre es algo bueno diversificar y  ofrecer al público un festival más rico en contenido, partiendo de la base de que es un estilo que se suma al festival, no se introduce para sustituir nada. El objetivo es ofrecer más sin perder la esencia de lo que es hoy A Summer Story. 

La música urbana ha sido un fenómeno que ha revolucionado el mercado con gran relevancia y los grandes festivales del mundo no han tardado en incluir artistas de este estilo en sus ofertas. 

Por último, creo que hoy en día, la gente tolera mucho más estilos musicales muy distintos, más allá del urbano y la electrónica.

No parece haber hecho mella en la fidelización de un público que va a ASS por una línea editorial muy marcada. ¿Es esto la clave del éxito?

Bueno, creo que mientras mantengas tu esencia como festival, siempre es algo positivo sumar cosas nuevas.  Sinceramente, no creo que haya una clave para el éxito. En realidad, es un conjunto de factores  y una forma de actuar que hacen que el producto que hemos creado encaje con el público que queríamos. Una vez tienes eso, comienza una relación en la que nosotros nos nutrimos de la opinión y la información que nos aporta el público para poder hacer el producto aún más especial para ellos.  Tenemos un público exigente, pero también que valora las cosas y eso es muy importante, creemos que así es como debe ser.

A Madrid le cuesta horrores que sus festivales se asienten, pero ASS es la excepción que confirma la regla. ¿A qué crees que se debe?

Asentar un festival, en general, es muy complicado no solo por la aceptación sino porque económicamente son negocios muy delicados, es realmente fácil arruinarse sino se tiene especial cuidado, se han dado casos de festivales que mueren con éxito y eso también hay que tenerlo en cuenta.

Madrid posiblemente sea uno de los sitios más complicados para hacerlo, es una ciudad voraz, muy viva en cuanto a eventos se refiere. En el caso de la electrónica, no olvidemos que además arrastrábamos el estigma del miedo a este tipo de eventos. 

En A Summer Story, desde el principio hemos seguido una filosofía clara, una forma de hacer las cosas que nos define y que además creo que se percibe. Intentamos ser  atentos y cercanos, siempre buscamos cosas nuevas y sobre todo, como te decía antes nos gusta escuchar, tanto a nuestro equipo como al público, lo que nos permite en muchas ocasiones ponernos en su piel y mejorar la experiencia del festival.

¿Cómo le sentará el COVID a la burbuja de festivales que veníamos viviendo en los últimos años?

Evidentemente va a repercutir a la escena actual, pero no sabría decirte hasta qué punto. Lo que sí es seguro es que se va a reducir considerablemente el ritmo con el que venían surgiendo estos eventos. No obstante, todos vamos a tener que realizar un gran esfuerzo para aguantar este año y, lamentablemente, algunos se quedarán en el camino. También creo que para los festivales que ya estamos asentados va a ser muy emotivo poder volver a celebrarlos en 2021 y será algo aún más especial, será un gran reto.

¿Qué ecosistema festivalero nos encontraremos en el futuro próximo?

Bueno, viendo todo lo que ha pasado en los últimos meses, creo que hablar de futuro próximo es muy complicado, veremos cómo avanza todo y esperemos que continúe la tónica positiva de estas últimas semanas. Desde luego, no concebimos un escenario (económico, social, …) en el que la situación no haya mejorado radicalmente en invierno.

Desde fuera, está claro que ASS, a través de sus redes sociales, ha sabido capear el temporal perfectamente. Pero en vuestro caso particular, ¿cómo habéis afrontado la crisis desde dentro y en qué situación os ha dejado?

Han sido momentos muy duros. Teníamos claro que el público no podía salir perdiendo con todo esto pero a la vez necesitábamos de todo su apoyo. Le dimos muchas vueltas a la cabeza para elaborar un plan de devolución y al final el público de A Summer Story, que es realmente increíble, es quien decide como tomarse la noticia. Creo que en estos momentos, cómo reacciona tu público a un aplazamiento va más allá de cómo lo publiques (que también es importante). Es precisamente en las adversidades cuando los festivales vemos cómo hemos estado haciendo las cosas todos estos años y sacamos conclusiones. 

Y aún con todo, no tenemos palabras más que de agradecimiento por todo el apoyo y cariño que hemos recibido por parte del público, GRACIAS.

Por nuestra parte, el aplazamiento a 2021 ha sido nuestra última carta, lo hemos intentado varias opciones incluida moverlo a septiembre, pero la falta de información que ha tenido nuestro sector (así como otros) ha provocado que todas las alternativas y todas las opciones lleguen al mismo punto: la incertidumbre y la falta de una normativa clara. Todo esto, unido a la falta de tiempo de reacción ante las medidas que han ido anunciando, ha provocado que decidamos aplazar el evento con el objetivo de poder garantizar la salud de todos los asistentes y la correcta celebración de un evento de estas dimensiones.

Hemos visto una enorme proliferación de eventos en streaming con el confinamiento. ¿Esto podría debilitar a la música en vivo?

No, claro que no. Nada va a sustituir al evento presencial. Ya lo estamos viendo en otros ámbitos como es la hostelería, la gente demanda esa experiencia que solo puedes tener cuando realmente estás ahí  viviéndolo con tus amigos. Todo se adaptará y mejorará. Por supuesto que el streaming es algo que cogerá más peso, pero creo que se integrará como un añadido al evento, que permitirá al público que no pueda asistir vivir una experiencia lo más cercana posible a la de una persona que asiste físicamente.

Por otro lado, ten en cuenta que existe un tejido empresarial grueso en este sector. Hablamos de muchísima gente que trabaja de manera directa o indirecta en los grandes eventos y vive de ello. Por lo tanto, pese a  que este en hibernación, es un sector vivo que no va a desaparecer. 

Esto no quiere decir que no vayamos a pasar un periodo extremadamente complicado y sin precedentes en el sector. Traerá cambios y desafortunadamente algunos no podrán afrontarlo. Pero nos adaptaremos para volver a trabajar y atender la demanda de este tipo de eventos.

¿Qué propuestas echas en falta tanto por parte de las autoridades como de la escena?

Es evidente que no somos ni los únicos ni los más importantes, pero queremos medidas que palien la complicada situación a la que nos estamos enfrentando. La realidad es que un festival no se limita a los días de celebración del mismo sino que, como ya te he comentado, es un proceso temporal dilatado en el que incurrimos en diversos costes (oficina, personal, comunicación) pero también pagos a artistas, proveedores,…

Durante el tiempo que piensan si se pueden o no hacer eventos, nuestros costes siguen aumentando. Pero ha llegado el punto tal, que ante la evidencia de que no se iba a poder hacer por motivos de riesgo a la salud y la falta de reacción, hemos sido los propios festivales los que hemos tenido que dar un paso adelante y comunicar nuestra negativa porque el público no debería sufrir la misma incertidumbre a la que estamos nosotros sujetos. 

¿Qué opinión te merecen las medidas de distanciamiento social aplicadas en el clubbing para esta tercera fase y (presumiblemente) nueva normalidad? ¿Hay alguna línea roja para el festival en este sentido?

A día de hoy se han prohibido aglomeraciones, pero no definen qué es una aglomeración, y de verdad que entiendo que se reserven esa carta, pero seguimos con incertidumbre.

Además, los festivales tenemos también el problema del transito interno, la gente se mueve mucho dentro del festival, y es realmente complicado de controlar. 

¿Crees que lo más importante es que las grandes estrellas se bajen sus cachés como muchos reclaman o eso es solo la punta del iceberg?

Bueno, eso es algo que no decidimos nosotros. Ten en cuenta que son artistas que tienen ofertas de manera mundial, lo que significa que precisamente las grandes estrellas seguirán teniendo demanda. Evidentemente, en el caso de que no pueda tener el 100% del aforo. 

¿Hay algún aspecto en positivo que podamos extraer de toda esta situación?

Sí, claro, como a todos nos toca sacarle el lado positivo y seguir hacia adelante, aunque en estos momentos sea complicado. 

Sin duda uno de ellos es el poder tener más tiempo para preparar nuestra próxima edición. 

Creo que también dejará un sector mucho más profesionalizado y preparado ante situaciones adversas y sobre todo, mucho más prudente. 

Aunque sin duda alguna esto ha servido para confirmar que A Summer Story tiene el mejor publico del mundo y que todos estos años de trabajo han servido para conseguir que el publico de Madrid se identifique con A Summer Story algo que no es facil, sobretodo cuando estamos hablando de dinero.