Jeff Mills: “Mi mayor inspiración es el poco tiempo que me queda por vivir”

Hablamos con el maestro de Detroit sobre sus inicios, sus mayores inspiraciones y motivaciones, su opinión sobre la escena actual y su nuevo proyecto como Spiral Deluxe, cuyo LP verá la luz en muy poquito tiempo.

 

Nos sentamos con el más grande. La industria y la música techno se lo deben todo y él, claro está, se debe también a este sonido industrial originario de su ciudad natal, Detroit. Allí nació, creció y lo aprendió todo Jeff Mills, un tipo que dejó de lado el house y el hip-hop para encontrar en el techno todas las fórmulas de expresión necesarias para lanzar su mensaje al mundo.

Siempre fiel a su origen y totalmente ajeno a las tendencias del mercado, Jeff Mills se ha erigido como un DJ y performer auténtico y original, con habilidades técnicas inigualables (no en vano se le conoce como The Wizard, “El Mago”) y un interés especial por colaborar con orquestas sinfónicas y músicos provenientes de diversas disciplinas.

 

 

Jeff, sin duda eres uno de los artistas más inspiradores para la mayoría de los productores y DJs de música techno alrededor del mundo. ¿Te sirve eso de inspiración a la hora de hacer música?

Quizás gradualmente, con el paso de las décadas. Siempre he intentado centrarme en materializar mis ideas y conceptos del mejor modo posible. Podríamos decir que la mayor parte del tiempo invertido en grabar música se ha guiado por este objetivo. Trabajar teniendo eso muy presente ha hecho que el propósito final estuviera siempre muy claro.

 

¿Piensas en cómo tu música será percibida por el público mientras la produces o simplemente te dejas llevar?

Cómo la gente percibirá todos estos esfuerzos y lo que éstos significarán para la música techno es algo que será determinado por otros y que, sinceramente, se escapa a mi control. Yo estoy convencido de que, si creo y toco música de manera sincera y basándome en mis sentimientos (sean estos mínimamente lógicos o no), el resultado será siempre representación de algo actual y real. De este modo, escapará de ese examen sobre si es buena o mala música.

¿Qué hizo que Jeff Mills empezara a producir techno? ¿Qué (o quién) fue tu máxima inspiración?

Antes de empezar con el techno, yo era un DJ de música house y hip-hop. Llegó un punto en el que las ideas en estos dos terrenos se saturaron y empezaron a ser redundantes. Repetía las mismas cosas una y otra vez, especialmente con el hip-hop. En estos géneros, yo buscaba parajes desconocidos, pero no encontré nada. En ese punto, sólo el techno (y no hablo de la electrónica en general, sino del techno en concreto) trataba esas temáticas y lo hacía de manera utópica. En cuanto a mi mayor influencia, te diría que es lo poco que me queda por vivir. Yo viviré 30 o 40 años más, como mucho. No será suficiente como para vivir el momento en el que la Humanidad dé el gran paso al frente que debe dar.

 

¿Consideras tus actuaciones más cercanas a un DJ set o a una live performance? ¿Prefieres ser catalogado como DJ o como performer?

Nunca un show es igual que otro, así que es difícil incluso para mí definir qué es lo que hago. Me limito a tocar música con lo que tengo en frente del mejor modo posible, lo que a veces implica que el mensaje que yo lanzo al público esté condicionado por el set-up de que disponga. Por ejemplo, cuando uso la Roland TR-909, estoy literalmente hablándole al público. El snare, el high hat y los tom toms son como palabras y trato de colocarlos en secuencias que simulen el habla humana. En otros shows, me siento incluso más libre, porque la audiencia no requiere un tempo constante, lo que me permite ser más expresivo.

 

Aunque tus sets resultan muy interesantes a nivel visual (es espectacular observar tus manos de cerca), generalmente terminan convirtiéndose más en una rave que en un live act. ¿Es lo que buscas? ¿Te gusta tener en frente a gente bailando como si fuera la última fiesta de su vida o preferirías que prestaran más atención a los movimientos tan precisos que realizas en cabina?

Aunque parezca que estas fiestas y festivales sucedan constantemente en todas partes y sean “el pan de cada día”, lo cierto es que siguen siendo una realidad excepcional. La inmensa mayoría de los seres humanos que hay en el planeta no bailan cada fin de semana. La música de baile es una gran industria, pero de diminutas dimensiones en comparación con la población mundial. Yo creo y toco música teniendo en cuenta que la gente que me escucha consumirá música de baile durante muy poquitos años. Luego, entrarán en otras etapas de su vida, así que mi tarea es hacer cada uno de esos pequeños momentos tan impactante y memorable como sea posible.

Fuiste uno de los primeros productores de techno en colaborar con orquestas. ¿Fuiste tú quien tuviste la idea o vinieron ellas a ti?

Yo tenía la idea y lo intenté con insistencia desde, más o menos, el año 2000. Tras algunas intentonas, la suerte me sonrió en 2005.

 

Hoy en día, estas colaboraciones son cada vez más comunes. ¿Te gusta o te parece que la mayoría no valen la pena?

En el mundo de la creatividad, no existen esfuerzos que “no valgan la pena” o que “no tengan sentido”. Siempre es bueno que florezcan y siempre hay que prestarles atención. Eso hace que los artistas e, incluso en un contexto mayor, los géneros evolucionen y se expandan. Que haya colaboraciones significa que los artistas sienten atracción unos por otros y que las ideas se discuten y convergen. Los planes se ejecutan y los puntos de vista se materializan. Una propuesta de crear algo “real” tiene siempre sentido, independientemente del momento en que suceda. Algo que ahora no se entienda y no llame la atención puede ser de provecho en un futuro.

 

Más de dos décadas después, podemos decir que eres uno de los más grandes artistas del mundo en la escena techno. ¿Cuál es tu opinión acerca del rápido crecimiento del techno comercial que está sonando estos últimos años en mainstages de festivales como Tomorrowland, Awakenings o Ultra? ¿Está ayudando al sonido underground más original a crecer y abarcar un público mayor?

Opino que todo lo que incite a la gente a bailar (es decir, a liberarse mediante el movimiento físico) es positivo. También es bueno que la gente escuche diferentes estilos de música de baile. Cuantos más estilos, mejor. Sería incapaz de desear que todo el mundo escuchara el mismo tipo de música. Cada uno de ellos es relevante e importante, aunque no sea nuestro preferido.

 

Probablemente, hayas tocado en la mayoría de los países del mundo. ¿Podrías escoger tu mejor bolo hasta la fecha?

Sinceramente, no. No puedo. He tenido muchísimos bolos y sería imposible elegir uno. Antes de venir a Europa, además, yo era el típico DJ profesional en EE.UU. con una agenda de locos, así que tendría que tener en cuenta también todos esos miles de fiestas. Una locura.

Si sólo pudieras actuar una vez más en tu vida, ¿dónde sería?

En Detroit. Es donde aprendí casi todo lo que sé hoy en día.

 

‘The Bells’ es tu tema más conocido. ¿Es tu favorito?

Bueno, toda la música que he producido es especial para mí. Cada tema tiene una historia o una motivación detrás. Es como una gran cadena de historias que dejaría de tener sentido si se rompiera. Todos mis temas están conectados entre sí.

 

Tenemos unas ganas locas de escuchar tu nuevo LP junto a Kenji “Jino” Hino, Yumiko Ohno y Gerald Mitchell como Spiral Deluxe. ¿Es el proyecto más motivante en el que has estado?

No. Tengo que decir que, hasta ahora, ‘Planets’ ha sido el que más me ha absorbido. ‘Planets’ es un concepto súper detallado que requirió muchísimos años de búsqueda, preparación y planificación. Ese proyecto empequeñece a todos los demás. Tras él, destacaría mi residencia como artista en Le Louvre, en París. En cuanto a Spiral Deluxe, diría que es pura iluminación divina. Crear y tocar con Gerald, Yumiko y Jino es pura terapia. Es algo sano para el alma. Es un concepto basado en “sentir” mucho más que en pensar. Sin partituras, sin un plan predeterminado. Simplemente, tocamos y observamos a dónde nos lleva la música.

Hemos leído que el álbum al completo se grabó en dos días y que tocasteis cada tema una única vez. ¿Fue así? ¿Era la intención desde el inicio o simplemente sucedió?

Sí, realmente fue así. El primer día fue de ensayo, sin nada que grabara los sonidos, así que podemos decir que grabamos el álbum en un día. Cuando nos juntamos, sentimos siempre esa química especial. Lo vimos al reunirnos por primera vez en Tokio hace años. Tocar juntos resultaba extremadamente sencillo. Hablamos de músicos muy experimentados y todos nos tenemos mucho respeto. Creo que es algo que puede percibirse en el álbum.

 

Una última pregunta: ¿qué harías en un mundo sin techno, en un mundo sin música?

Probablemente, buscaría otros métodos para expresarme. No tendría problema en usar otros caminos. No es que esté tan dedicado a este proyecto porque se trate de música techno, sino por la cantidad de formas de expresión que encuentro en este género para explayarme sobre temas que me preocupan y me interesan, como el Cosmos o el Viaje Espacial.