Más allá de la noche madrileña: los colectivos que la hacen por el día

Una mirada al ferviente apoyo a lo local entre los grupos más intergeneracionales e inquietos de la escena capitalina.

Cuenta la leyenda, que Madrid es una ciudad que nunca duerme, que por sus calles vagan todo tipo de almas, algunas errantes, otras más sedentarias, pero igualmente sugerentes, buscando saciar su sed de curiosidad. Que por las mismas vías en las que un día, ilustres pensadores y artistas caminaron, se cierne una esencia imponente de seres que aman la libertad,que profesan un sentimiento comunal casi neolítico, similar al concepto de tribu, donde todo gira en torno al rito de baile, a ese estado de trance que las evoluciones hipnóticas gestan, como diría Simon Reynolds.

Pero, si hay algo que no es leyenda y que bebe y se nutre de la más frenética, instantánea y tecnológica actualidad, es la vida que acogen los locales, clubes y salas madrileñas. Se cotiza alto lo que guardan las paredes donde la electrónica, en todas sus vertientes, colores y formas, se abre paso, y que con pasión, dedicación y talento las nuevas generaciones evolucionan. Un género que ha bebido de las más extravagantes y sugerentes tendencias. Manteniéndose en muchas ocasiones, al margen de ellas. Extrovertida, alegre, opaca y astral, ha definido comunidades, dándoles una razón de ser, una razón para estar, en sociedades que a veces renegaban de ellas, de su particularidad.

Pero lejos queda ya el exclusivo dominio de lo que vino tras la Movida Madrileña, esos tintes oscuros, nutridos por luces tenues o estroboscópicas. Aquel momento de esplendor para el EBM y jóvenes con botas y ropa militar, interesados en la música industrial y las máquinas. Sin embargo, si hay algo que persiste feroz al paso del tiempo es el afán inconsciente por el una más y para casa que nunca se cumple, gracias a que Madrid viste solemne una idiosincrasia acogedora y dinámica. Envuelta en un espíritu cañero y más despierto que las pasiones de Cibeles y la ira de Neptuno.

Aunque si hablamos de relaciones sociales, en mayor o menor medida, relacionando estas con el mundo de la noche y la esfera electrónica, será preciso constatar el efecto que las redes sociales han ejercido sobre las mismas, tanto para lo bueno como para lo malo. Pero en el espectro al que la noche madrileña se refiere, se ha posibilitado una conexión y conocimiento entre diferentes grupos de mentes jóvenes e inquietas, de muy variopintos gustos, que ha amalgamado y solidificado la esencia en una escena local ferviente por la experimentación, el sentido de comunión y los caminos más allá de la lujuria de la noche. Esa que tantas veces ha estigmatizado, lo que tantas otras hemos intentado reivindicar como cultura.

Como digo, fiesta en Madrid siempre ha habido, pero el sabor creativo, empoderado de ilusión que se vive ahora en buena parte es gracias a los colectivos, quienes reniegan de valerse únicamente de la gloria fugaz de generar aquelarres en un garito, y tener que recurrir al ibuprofeno la mañana siguiente para brindar a la ciudad nuevas posibilidades de ocio a través de la música electrónica. Colectivos con los que hemos hablado y que están llevando a cabo propuestas muy diversas e interesantes.

Camaradas de la noche con una esencia por amor al arte

Son varias las características que engloba un colectivo, y que a su vez puede compartir con otros. Pero si hay algo que aúnan todos, como bien nos cuentan los Chineurs de Madrid: “Es que no somos una empresa, no buscamos lucrarnos con lo que hacemos y lo hacemos por amor al arte, que se dice.” 

Esas ganas y pasión como denominadores comunes, sumado al desarrollo de una visión muy DIY, así como colectivos del resto de Europa sirviendo de fuente de inspiración, hacen que nuestra metrópoli este viviendo un elocuente momento de creación para con esta práctica y esta forma de dar lugar a nuevas vías de entretenimiento cultural.

Barreras ajenas que limitan los proyectos y su estabilidad

Pero muy a mi pesar, la vida no es color de rosa y en todo sendo que parece idílico, las trabas de cualquier índole se interponen, para no dejar florecer, quien sabe si por falta de conocimiento, empatía, envidia o qué, los proyectos de las nuevas generaciones. Volviéndose pues el panorama una contienda con limitaciones de todo tipo:

Una de ellas el dichoso dinero, lo que obliga a tener que valerse del capital propio y funcionando como nos cuentan los chicos de Ears On Earth: “con una óptica muy “por amor al arte”, en la que las ganancias se reinvierten para los proyectos siguientes.” Algo en lo que también coincide Self-Care: “las limitaciones económicas y los porcentajes a veces no muy generosos dan poco espacio para crecer.”

Possible Others apunta un poco más allá: No solo es una cuestión económica, es energética, vital. Al fin y al cabo, este tipo de proyectos se basan en la voluntad y el entusiasmo por hacer cosas. Está atravesado por el deseo, para lo bueno y para lo malo. Es una especie de carrera de fondo.”

A lo que hay que añadir en algunos casos como en el de Chica: “Que la gente no nos tome en serio. Es muy difícil que siendo tías tan jóvenes la gente valide lo que hacemos, es muy fácil etiquetar a las personas y no tener en cuenta su esfuerzo y trabajo.”

A esto hay que sumarle dos grandes carencias de la capital que impiden el progreso orgánico de los mismos:

– Falta de clubes y salas a la altura

“La falta de espacios donde realizar eventos limita muchas veces la capacidad de hacer cosas que se salgan del formato club y hagan crecer aún más la escena. Lo que más nos costó fue encontrar salas que quisieran apoyar propuestas como la nuestra. Sobre todo, teniendo en cuenta que muchas salas en Madrid no cumplen con los requisitos necesarios para hacer una fiesta de música electrónica. 

Nosotros tenemos la inmensa suerte de haber contado desde hace varios años con el apoyo incondicional de la que consideramos nuestra casa y familia, berlínClub (Café Berlín). Ellos han confiado en nosotros dándonos un espacio donde poder desarrollar nuestras ideas y hacerlo de la mejor forma posible. Sin ellos, nada de esto sería lo mismo.” (Chineurs de Madrid)

– Falta de apoyos institucionales

En Madrid en concreto, solo unos pocos disponen de los medios económicos y de exposición para llevar a cabo proyectos de gran o media envergadura, y todos se centran en el mainstream, o como mínimo se orientan según la tendencia mayoritaria. Teniendo ejemplos como la escena holandesa, alemana, francesa, deberíamos ponernos las pilas y apostar por lo minoritario porque la demanda no existe, se crea a través de propuestas y difusión.(Ears On Earth)

“Obviamente hay casos en los que sí que hay suerte, por ejemplo, con instituciones como La Casa Encendida, que nos ha ayudado un montón y nos ha cedido un espacio y material para poder desarrollar un proyecto que llevábamos mucho tiempo queriendo hacer. Pero creo que siempre hay que estar atento a cualquier tipo de ayuda y saber usarla de forma inteligente” (Chica)

“No existe siquiera un marco de legitimación, un interlocutor claro para estos asuntos. Da igual tener patrocinio privado para hacer un festival si conseguir un permiso para hacerlo es imposible. Es un problema histórico que llevamos arrastrando: la necesidad de generar puentes entre lo público y lo privado, que existan figuras que conozcan el sector dentro de las instituciones para que así se entiendan las demandas y las escalas (no es lo mismo cómo y qué programamos los colectivos a cómo y qué programan grandes salas o festivales…) Solo a través de un cambio estructural es viable que se genere un sector real, o que se pueda crear cierta sostenibilidad a los proyectos. (Possible Others)

– Y cuando los hay:

Para Nodo Invisible, hemos tenido la suerte de contar con el apoyo del programa Mirador Arganzuela. Nos ha permitido programar con libertad sin estar pensando en pérdidas económicas. Eso no quita que al ser dinero público tus responsabilidades, deberes y retornos son otros que si el proyecto se financiase a través de una entidad privada.” (Possible Others)

“Para proyectos auto-gestionados que trabajan en espacios públicos como el nuestro, cualquier ayuda externa es muy importante, y si no tienes tiempo de poder presentar tu proyecto a posibles colaboradores todo se complica bastante más. Nosotros siempre hemos sido un evento que ha dado pocos quebraderos de cabeza a las instituciones, siempre hemos trabajado para pedir lo mínimo y cumplir con todos los aspectos legales que nos requerían. Music & Dealers cumple siempre con la normativa vigente y creo que por eso siempre hemos tenido (en mayor o menor medida) apoyo institucional.”

– Inevitablemente dependerán en gran medida del partido político de turno, lo que en ocasiones, enfrasca un sentimiento poco esperanzador.

Creo que la administración anterior del ayuntamiento si pareció hacer esfuerzos en una dirección que invitaba a tener esperanza. Era posible pensar que había gente dispuesta a abrir un diálogo que posibilitara ciertos cambios para el beneficio de la escena local. Creo que actualmente no hay ninguna perspectiva de que esto sea así, lamentablemente.” (Self-Care)

Pero veámosle el aspecto positivo desde una óptica optimista:

“Así podemos seguir haciendo lo que nos dé la gana; que al fin y al cabo era lo que queríamos hacer.” (Radio Relativa)

“También es interesante ver como en la programación cultural empieza a visibilizarse mayor interés por la música y el sonido, aunque eso implique regresar al discurso de producto cultural para legitimar masivamente una práctica artística como esta. De igual modo cabe destacar como sigue costando dar soporte y visibilización a la escena local. Por lo que deberíamos ser los primeros en reivindicarnos.”  (Possible Others)

Creo que la gente de fuera de España en general no le da a Madrid el mérito que tiene, y me da la sensación de que siempre que viene un artista se lleva una grata sorpresa del nivel que hay en esta ciudad.(Chica)

La unión hace la fuerza

Y esto posibilita la creación de una escena intergeneracional y heterogénea; el auge por lo colectivo

“Existe cierta relación intergeneracional, lo que está permitiendo una colaboración y aprendizaje de los que ya programaban hace años y los que estamos ahora. Sin colectivos la programación de muchas salas (de pequeña o mediana escala) sería muy pobre.” (Possible Others)

Frente al auge de lo colectivo Radio Relativa opina: “Sirve para visibilizar ciertos aspectos cotidianos que muchas veces no son tomados en cuenta en primera instancia, pero sí que subyacen a la ciudadanía y al día a día de las ciudades; tanto como si defienden cuestiones socioculturales o políticas.”

Uno de los ingredientes clave para este éxito es el sentimiento cero de competitividad que abanderan

“Una de las claves de que la escena en Madrid esté atravesando un momento tan dulce es la colaboración entre gente de diferentes grupos, apreciando lo que hacen los demás y nutriéndose de otras ideas para seguir evolucionando.(Chineurs de Madrid) Ya que existe una confluencia entre muchos miembros de colectivos con otros. Un claro ejemplo de ello es el papel de Radio Relativa: “Establecemos una relación muy positiva para ambas partes: una visibilización y promoción que da cuenta de la actividad madrileña e incluso de otras partes del mundo que cada invitadx  trae hasta nuestro estudio. De hecho, nos ha servido de acercamiento a gente que antes no se había interesado por nosotrxs o a la que no habíamos llegado por una razón u otra.”

Otro de los aspectos a tener en cuenta, como hemos visto, son las ganas de salirse del molde preestablecido que rodea a la música electrónica apostando por lo diurno.

La escena en la capital es pequeña pero potente. Abarca casi todo el espectro musical y tiene fuerza y atrevimiento en las propuestas. Pero desgraciadamente, la estricta política de licencias para clubes, así como la falta de inversión en proyectos de música diurna, vespertina, ya sea a través de bares de escucha o espacios al aire libre, limita el crecimiento de dicha escena.” (Ears On Earth)

¿Quiénes son y qué hacen?

– Chica, una plataforma para mujeres artistas y colectivo LGQTBI con mucho sazón

Lo que nació como la unión de 3 amigas por acercar a Madrid artistas mujeres y personas del colectivo LGQTBI para proporcionarles un espacio que no estaba tan presente, continúa en constante desarrollo, abarcando ahora cursos, eventos y/o talleres relacionados con la música gracias al colectivo CHICA.

Admiten que el hecho de que Boiler Room las llamase para su edición en Madrid les ha ayudado, pero si bien es cierto que el trabajo duro y esfuerzo con el que continúan sacando adelante todo su contenido no se lo ha regalado nadie y es producto de un background anterior.

Ahora y gracias al apoyo de La Casa Encendida pueden seguir desarrollando su proyecto: Nosotras empezamos con la idea de un proyecto en el que pudiésemos hacer una serie de cursos y eventos relacionados con la música. Y siempre que pensábamos en llevar esto acabo nos encontrábamos con el problema del dinero, para gestionar el material, un espacio y demás, entonces pedimos ayuda a nuestra gran amiga Silvia Bianchi que nos ayudó muchísimo y nos puso en contacto con La Casa Encendida que estaban encantados de ayudar, y facilitar el material y espacio que necesitábamos. La parte de la radio era algo más complementario por la reactivación de la radio de La Casa Encendida pero nos pareció que junto con los talleres estaba genial la idea de poder traer a invitados a un programa de radio y generar ese contenido.

 

Chineurs de Madrid, una comunidad de melómanos que comunican y comparten más que sonidos

Con unas raíces francesas y unos comienzos cuanto menos virtuales, a través de un grupo de Facebook donde se comparten temas, poco a poco se originó el contacto personal de los miembros que a día de hoy conforman Chineurs de Madrid, quienes: “Más que comunicar lo que buscamos es ofrecer un espacio común en el que compartir música de manera libre y sin ataduras. Esto se puede ver en nuestras fiestas y en el grupo. Queremos poner en contacto a personas que tiene un interés común y establecer lazos entre esa gente.”

Uno de sus aspectos más interesantes además del intercambio de música y los encuentros con otros artistas es el tema de los podcasts bisemanales, Set7, algo que ha estado con ellos desde el principio: “Es una idea que busca dar voz a artistas que quizá no encuentran otras plataformas donde expresarse o bien consideramos que merecen un altavoz para dar cabida a su creatividad. Se trata de minimixes donde intentamos que cada artista se defina en siete tracks. Un formato complejo y que se sale un poco del típico podcast de una hora.

Ears on Earth, hacia los caminos de la música y su autogestión

De la unión de dos integrantes del colectivo Sevendmad (Danilo, D.Faux) y uno del colectivo Possible Others (Jai) surge Ears On Earth, un colectivo que además de programar, lleva a cabo edits, mixes y producciones propias.

 “La idea de los edits surge de nuestro interés por música que nos gusta pero necesita un empujón para adaptarlo a nuestros tiempos y gustos personales, pues las referencias han cambiado por mucho que lo “retro” pueda gustar. A través de la edición buscamos resaltar lo mejor de cada track, evitando lo cheesy, y acercándolo a lo que en nuestro espectro pueda caber.” Respecto a la parte del label: “La idea de desarrollar el aspecto Label del proyecto surge de que JAI es un productor con experiencia y ganas, y de la incursión reciente de D.Faux y Danilo en la creación musical. Consideramos que faltaba en nuestro nicho, gente que publicase música y no sólo la pinchase y/o difundiese.”

A día de hoy andan tejiendo lazos con artistas y gente activa a nivel internacional, forjando amistades y haciendo piña con gente de Alemania, Francia, Brasil. Recibiendo el support de sellos como Public Possesion o Antinote a su primer y reciente lanzamiento, el cual es un V.A. con temas originales de algunos amigos y artistas como Yanik Park, River Yarra, Axis Mundi o Clap Kent.

Possible Others y la congregación de artistas multidisciplinares más allá del club

Quizá y el colectivo más grande en cuanto a número de integrantes. Possible Others arrancó hace tres años con la idea de Jean Paul Tremont de llevar a cabo proyectos en torno a la música electrónica, música experimental y todas aquellas cuestiones relacionadas con la escucha y el sonido que le movían. El primer año del colectivo fue una tentativa para entender, a través del ensayo y error, cuál era la escala, qué es lo que querían y qué es lo que no. El segundo año fue crucial al incorporarse más gente al colectivo lo que implicó un enriquecimiento directo: mayor alcance, más heterogeneidad, más voces.

Ahora, una de las vertientes en las que han derivado su proyecto es en el festival diurno Nodo Invisible, donde ejercen la figura de organizador y comisario: “no tenemos porcentaje, no hay entradas, no hay barra, no hay lucro.” Un proyecto alejado de la nocturnidad, en cuanto al marco horario, pero: No queremos alejarnos, sino pensar en otras maneras de entender la música electrónica, en sus infinitas variedades, que no sea necesariamente en un espacio club y con un perfil de público asociado a ello. Así que no sería tanto alejar como ampliar el espacio y dar cabida otras formas de hacer, y a lugares donde la experimentación sea constante. Y también una sensación mayor de libertad, tanto nuestra como de agentes y artistas con los que colaboramos.

En noviembre realizaremos la tercera edición de Nodo invisible, el 23 y 24 de noviembre. Va a ser una edición muy especial, no sólo por los participantes, sino por la incertidumbre ante la continuidad del proyecto. Uno de los contras de la financiación pública es que tus interlocutores y también tus apoyos pueden cambiar radicalmente cada vez que haya elecciones. Por ello, queremos articular una programación que esté a la altura de las circunstancias organizando, además, un taller posterior con adolescentes que se llevará a cabo entre el invernadero y Radio Relativa.”

Self Care y el ocio saludable a través del placer de la escucha

De la unión de los integrantes de las fiestas Telefunken (Julián,Tomás, Urba y Herbi), -primigenias de darse en garajes- con Jacobo y Landom nace Self-Care, un colectivo con la mente y el cuerpo puestos en ofrecer un ocio comprometido culturalmente. Quienes están a punto de estrenar Self Care en Casa:

“Un proyecto donde queremos poner el foco en uno de los pilares del colectivo, sacar la electrónica del club, fomentar su aspecto cultural y de cuidado. Este evento que se realizará cada dos o tres meses en un horario diurno pretende aunar la música experimental y ambient con las artes performativas, la poesía y el spoken word e incluso la danza. Cada evento tiene un tema que conduce la selección de artistas y las actuaciones, que se realiza junto a Javi, Marko y Jorge de Casabanchel, asimismo comisionaremos la puesta en escena y la decoración del espacio bajo el tema elegido. El primer evento será en noviembre y estamos completamente volcados en que sea algo muy especial.

Casabanchel es un lugar único en Madrid, un sitio donde los valores están por encima de los intereses personales y económicos. Nos han hecho sentir como casa desde el primer día que pasamos por allí, siempre de manera generosa y altruista, y la conexión con ellos ha sido instantánea y muy potente. Todo esto fue lo que nos animó a presentarles el proyecto de Self Care en Casa para el que llevábamos una temporada buscando un hogar.”

– Music & Dealers, un espacio para reunirlos a todos

Del resultado de varios proyectos, donde el denominador común era Siroco para la mayoría y con una mente pensante y curtida en la noche madrileña como es Juan J. Frías aka 1st Degree, quien lleva 10 años con Holydubs, nace Music & Delears: Surgió la idea de hacer algo de carácter local que sirviera principalmente para dinamizar nuestra escena, y realizar algo al alcance de todas las edades y públicos. Aunque el leimotiv fuera la música, queríamos ofrecer otro tipo de actividades para crear un producto integral y hacerlo cercano a todos, por eso lo complementamos con actividades de integración, también para los más pequeños, expos, talleres, market, cine, zonas de restauración…

Nuestra intención siempre ha sido aunar lo tradicional con vertientes más actuales, por eso nos decidimos a arrancar el proyecto en el Mercado de la Cebada, era un espacio muy castizo y en desuso, que gracias (en parte) a Music & Dealers consiguió levantar un poco el vuelo y dotarlo de actividades diferentes. Años después, llegamos a la Nave de Terneras y exteriores con las mismas intenciones donde llevamos desde el 2017” y que el año pasado congregó a 25.000 personas en su 5ª edición.

– Radio Relativa, un medio para escucharlos a todos

Con base y estudio en pleno centro de Madrid, las facetas de quienes componen Radio Relativa son mucha y diversas. En parte muchas de ellas derivan del colectivo Undermad. A día de hoy Radio Relativa es una radio independiente y online que cuenta con unos sesenta programas, donde se tratan aspectos y temas filosóficos, psicológicos o artístico-culturales, que convierten su parrilla de programación en un nido diverso y siempre didáctico de conocimiento, que, además, se ameniza con música de todo tipo. Hace un mes que estrenaron temporada y “En esta nueva temporada intentamos evitar programas solamente musicales en los que se ponía música sin hacer referencias o contar el porqué de la selección. No obstante, seguimos abiertos a propuestas puntuales que no sean tan ambiciosas o tengan menos profundidad en este sentido, como son invitadxs de fiestas que pasan por nuestro estudio para poner música o charlar.”

Ante esto me resulta curioso y me evoca casi un sabor vintage y elemental, el poder que vuelve a tener un medio de comunicación y transmisión como la radio. “Creemos que la radio ofrece mayor calidad en el contenido tan solo por el hecho de no contar con la dimensión visual. Hoy en día la estética y lo visual son fundamentales teniendo casi mayor importancia que lo realmente relevante. No queremos que la atención recaiga sobre nosotros por estética, moda o por ofrecer una imagen pública atractiva, queremos que la gente nos escuche por lo que mostramos a través de nuestra programación: es decir, arte y cultura.”

Trabajo duro, pasión incorruptible y apoyo desinteresado a lo local

Desde luego que ganas de hacer cosas y gente abierta para ello en Madrid no falta. Obviamente existen muchos más colectivos que están ayudando a crear también la escena, a lanzarse con ilusión a una piscina que se está llenando entre todos y todas. Y si bien es cierto que la creación de algo requiere de una periodicidad, que hay fiestas, promotores y eventos en Madrid que a su vez han impulsado de algún modo toda esta inquietud, aderezada por el buen rollo que caracteriza a nuestra tan alocada urbe, así como a la atmósfera idílica, pero sudorosa que se moldea dentro de un club, de una sala.

Ello está propiciando la amplia oferta que se está gestado y el hacer ver que la música electrónica puede ser para todos. Podemos educar y avanzar mediante los sonidos más extravagantes, con los medios adecuados y en el momento oportuno, volviendo común el disfrute de esta forma de vida, gracias a esta retroalimentación generalizada, con la que esperamos ayude al fin a discriminalizar un movimiento, y a apagar por completo la sombra del Madrid Arena y toda esa caza de brujas que tan lamentable suceso trajo consigo a la música electrónica.

Por lo que, además de seguir luchando como mejor se nos da: a base de beats, queda ser pacientes y no desistir en la labor, pues como la gran mayoría de cosas en la vida, todo forma parte de un proceso. Y todo esfuerzo, al final, acaba teniendo su recompensa.