Los peores cortes que te puedes encontrar en la cocaína

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¿Sabes lo que estás esnifando cuando consumes cocaína? ¿Qué grado de pureza crees que estás comprando? ¿Notas cierto regusto a aspirina? ¿A matarratas? ¿Te tienen que pinchar varias veces cuando vas al dentista y aún así no te hace efecto la anestesia? ¿Sabes lo que es el bórax? Te explicamos los peores cortes de coca que nos hemos encontrado.

Sí, sabemos que te metes, ¿pero sabes lo que realmente te estás metiendo por la nariz cada vez que te pintas una raya? “Yo es que me meto de la buena, que va cada viernes por la tarde mi cuñao a la Cañada Real y nos trae de la buena-buena” Ya… tu cuñao tiene contacto directo con el Cárrtel de Sinaloa, claro, y además le dejan el gramo a 50 pavos… Tu cuñao es un tolai -como el 99.9% de cuñaos– y pilla lo que buenamente puede -y le venden-. Tu cuñao y tú os estáis metiendo más corte que farlopa y además pagáis un fortunón por esa mierda. España es potencia mundial en lo que se refiere a importación y consumo de cocaína, pero claro, de la mala. Cuando sale el barco cargado de Colombia -o de algún laboratorio de Lugo- la cocaína ya está cortada: generalmente la mierda que incauta la Guardia Civil en nuestro país sale de origen con un 80-82% de pureza -en el mejor de los casos- y cuando llega a tu nariz en forma de puntita o filete de palmo ya ha bajado hasta un 70% y oye, si consigues ese 70 ya te puedes dar con un canto en los dientes e ir a Cibeles como si el Real Madrid hubiese ganado otra Champions.

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El proceso de elaboración de la coca es complejo y largo de explicar, pero te daremos un par de detalles para que te hagas a la idea de que la pasta –la base– se consigue mezclando la hoja de coca triturada con cal viva -el mismo producto que utilizó el GAL para hacer desaparecer los cadáveres de Lasa y Zabala-, gasolina, Nutrimón (abono químico), ácido sulfúrico, sosa cáustica o acetona. El bicarbonato de sodio es lo que hace que sea blanca: ahora vas y le preguntas a tu madre para qué utiliza ella ese bicarbonato.

Como ves, si la pasta ya está llena de mierda química (¿entiendes ahora porqué todos los yonkis que fuman base no tienen dientes?) imagínate cuando el fardo llega al almacén: separan los kilos, los abren y los cortan para distribuirlos en bolsas de medio kilo o 250 gramos. Para entendernos: de un kilo hasta sacan dos. Y no, no llaman al Mago Pop para hacer esa “magia”, lo hacen ellos mismos con sus manitas. En el mejor de los casos se utiliza medicación genérica (no, no van a utilizar Gelocatil pudiendo agenciarse aspirinas de tercera gama o paracetamol chino a granel) y en el peor de los casos lidocaína: el anestésico local que utilizan los dentistas (¿entiendes ahora porqué se te duerme la boca cuando te metes el dedo después de rebañar el CD o la cartera de tu amigo?. Pues lleva mucho cuidado, porqué si eres un consumidor habitual, al final el cuerpo genera tal tolerancia a la Lidocaína que cuando vayas al dentista a hacerte un empaste te van a tener que pinchar trescientas veces para que se te duerma la boca. O eso o meterte ketamina, pero vamos, dudamos que tu dentista -ese que hace 15 turnos en diferentes franquicias para pagarse el Audi y el peluco de 20.000€- le importe lo más mínimo que se te duerma la boca o no y tampoco va a sacar el ketolar -que se lo guarda para sus fiestecitas en el chalé de la Sierra- por un empaste de 60€.

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Cuando le llega la bolsa de kilo -o de medio- a tu camello de confianza eso ya está más cortado que las venas de un emo. Pero la fiesta no acaba ahí: él también le meterá la uña -lo cortará- para rentabilizar aún más los pollos. En el mejor de los casos seguirá con la receta del paracetamol y en el peor de los casos pues ya te puedes imaginar: no se le caerán los anillos al suelo si tiene que rascar la pared de su casa para convertir esos 15 gramos en 30. Los grameadores utilizan cualquier puta mierda para multiplicar los panes y los peces: yeso, tiza (ojo que la tiza aumenta escandalosamente la temperatura corporal) o talco (uno de los mejores comeneuronas si se esnifa). Los que llevan mucho tiempo en el negocio (esos que tienen hasta segunda residencia y, por supuesto, una mayor calidad de vida que tú) utilizan bórax, que es un mineral natural e incoloro y que se usa también en la fabricación de detergentes, desinfectantes, suavizantes y jabones, o en la agricultura se usa como pesticida y abono.

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Con toda esta información ya tienes para pegarle la charlita a tu cuñao. Si estás en su casa (esto ni se te ocurra hacerlo en la casa del camello o en un club) le pides a tu hermana un vaso de agua fría, abres el pollo y vuelcas un poco: lo que flote es la mierda que estás pagando por cocaína -el corte- y lo que se quede en el culo del vaso (¡ah! ¿que no ves nada?) es lo que hizo mágico a Maradona. Como siempre recordarte un par de cosas: no somos tu madre (ni lo queremos ser) y si puede ser no te metas basura por la nariz. Si en algún momento de tu vida te interesas por el tema (a parte de consumir) te recomendamos el libro de aquí abajo. Una auténtica biblia para los consumidores que ya peinan canas.

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