Una nueva conquista de Code con baile tech-house y contundencia industrial

Como ya viene siendo tradición por estas fechas, Fabrik y Code vuelven a unirse, capitaneados por sus djs residentes y capos del proyecto, Nuke y César Almena, para dar la bienvenida a la primavera a golpe de beat. Apostaron en esta noche de sábado tan especial de nuevo por Marco Carola, como ya hemos visto en ediciones pasadas, recordando la Code 97 de 2014 con djs como Joseph Capriati, Carlo Lio, Re-Up y Fatima Hajji; o la Code 112 en 2016 junto a Apollonia, Pan-Pot, Derrick May, Dense and Pika, James Ruskin, Monoloc y Tripeo, en la cual dejaron el listón muy alto. Pero esta vez no iba a ser diferente. Más de doce horas de música nos esperaban entre las paredes de Fabrik con sus tres áreas disponibles para bailar desde las cinco de la tarde.

Para poder organizar tal diversidad de gustos musicales y djs, abrieron las tres áreas más relevantes de Fabrik, con un horario especial de cinco de la tarde a siete de la mañana. En la main room, liderados por el ya mencionado Marco Carola, contábamos con Stacey Pullen, el Live de Dubfire: HYBRID, los italianos Neverdogs, Marco Faraone y Uto Karem, y los locales Toni Álvarez y César Almena para el warm up; en la satélite, con un sonido mucho más industrial y underground como ya solemos encontrar, podíamos disfrutar del Showcase de Mord con Bas Mooy a la cabeza de su proyecto, Stanislav Tolkachev y los Live de Sleeparchive, Shxcxchcxsh y SNTS, además de un cierre al cargo de James Ruskin & Regis aka O/V/R y UVB, junto al warm up de Nuke; y un club area lleno de talento local y nacional con Robi García, Link-er & Sikre, Red Eyes, Overman, Lexlay, Siles, Wade y Dykkon y otros talentos internacionales como Paride Saraceni y Loco & Jam. Carlo Lio finalmente no actuaba por el nacimiento de su hijo.

Al llegar a Fabrik, el sol hacía apetecible entrar a bailar a la terraza con copita en mano mientras ponían música, en la zona de cristal en vez de el club área, Robi García, Link-er & Sikre, Red Eyes y Overman, donde pudimos escuchar temas tan consagrados como Domino” de Oxia. Mientras, en la main room sonaban los temas a cargo de Toni Alvarez, César Almena y Uto Karem, quien hizo un guiño a sus compatriotas y compañeros de cartel, Loco & Jam, al mezclar su tema “Twisted Minds”.

Hasta las nueve y media de la tarde no abrieron sus puertas la satélite, la cual recibió a un público impaciente que bailó su primera hora a manos de Nuke, quien trabajó duro para dar paso al principal activo de la escena del techno ucraniana: Stanislav TolkachevExcéntrico, genuino, pero sobre todo con ganas de desgarrarte el alma, Stanislav contaba con hora y media desde las diez y media de la noche para hacernos viajar a su realidad particular. Este artista en la última década ha publicado en sellos como M_REC, Modularz, Semántica o Mord, sin olvidarnos de los remixes a Oscar Mulero en el EP “Dualistic concept” junto a Shxcxchcxsh, con quienes compartía noche. Su sesión, con rasgos de influencia de Detroit y sonidos minimalistas de Berlín, nos plasmó su lado más experimental no apto para todos los públicos con temas como Boom Room de Shed.

Mientras, una sala principal que cada vez se iba viendo más llena y con una energía totalmente diferente a la de la satélite, los italianos Neverdogs querían que la gente bailase con una sonrisa en la cara, la misma que ellos debieron tener al ser proclamados por cuarto año consecutivo residentes de la aclamada fiesta los viernes en Ibiza, Music On, y todo indica que el metrónomo Carola seguirá contando con ambos. Tras ellos, su paisano Marco Faraone, gran referente actual de la música electrónica italiana, tenía la sala a rebosar hasta la una de la mañana para desarrollar su sesión a base de groove y tech-house a partes iguales con temas de otros productores como Radio Slave o Markus Suckut, quienes forman parte de su propio sello, Uncage.

A partir de las doce de la noche se daba paso en la satélite a los live, comenzando por Sleeparchive y su directo, con el cual consigue no dejar a nadie indiferente. De origen berlinés, su identidad fue un misterio en un principio, llegando a pensar que era un aka de Richie Hawtin o el, tristemente fallecido, gran Mika Vainio. Su sesión reflejó un sonido de graves pesados, con algún punto ácido y estructuras complejas influenciado por el post punk con temas como su remix a “Beginning of visions” del productor y dj nacional, Leiras.

Al pisar la Main Room de nuevo y bajar las escaleras, nos encontramos con una pista ansiosa por ver el directo de Dubfire por primera vez en Madrid y segunda vez en España, tras su paso por el Sonar del 2015 que contó con un show de fuego que faltó en Fabrik, donde mezcla la animación 2D y 3D con su música en vivo, además de un juego de luces que tiene el objetivo de explorar la intersección entre ciencia y tecnología, y la relación del hombre con la máquina. Aunque el concepto visual es interesante por sus paneles y siluetas superpuestas, en lo musical se le exige algo más. 

En la misma franja horaria que el live de Dubfire, pero en la sala contigua, Shxcxchcxsh o cariñosamente conocidos como “los impronunciables”, comenzaron su directo de una manera rotunda consiguiendo apagar la luz en todos nosotros. El dúo sueco, que se maneja entre el techno abstracto y el ambient lúgubre con total maestría nos deleitaron con temas propios como “Elocution”.

A las dos de la mañana nos dimos cuenta de que la satélite estaba más llena que nunca, y eso tenía una razón de peso: Bas Mooy comenzaba su set haciéndose paso entre las tinieblas que habían dejado Shxcxchcxsh en su lugar con el tema de Christian Wünsch, Microorganisms”. Influyente e influenciado de Rotterdam, es todo un referente en el techno industrial internacional consagrándose junto a su proyecto personal, el sello discográfico Mord, el cual dio la luz en 2013. También sonaron temas como “White Pony” de él mismo junto a Ortin Cam o “1st Rendered” de Dj Boss.

Sin embargo, no queríamos faltarle el respeto a quien formó parte de la llamada “segunda ola” del techno en Detroit, Stacey Pullen, quien tenía la sala principal para él solo desde las dos hasta las cuatro de la mañana. Sin duda, el mejor dentro de su line up, dejando su estilo habitual de lado para ofrecer un tech house minimal que para nuestro gusto fue muy acertado, cerrando sus dos horas de sesión con varios temas de house obsequio de la casa que los acompañaba una vocal aguda como marcan las reglas de Chicago.

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Volviendo a los live que dominaban la satélite, de dos y media a tres y media, el esquivo y misterioso productor SNTS nos adentraba en su música mediante su directo. Siempre contundente y rotundo, aunque dejó de sorprender hace mucho, consiguió que la satélite sonase a estallido en cada tema que ponía. Tras ver sus lives un par de veces, empezamos a encontrarle repetitivo pero no perderemos la fe por quien se ha consagrado, dejando atrás su pasado, como una de las figuras más relevantes de la escena internacional junto a su ordenador y su TR-8.

Los dos sonidos antagónicos entre la sala principal y la satélite llegaban a su punto álgido junto a los cierres: por un lado, Marco Carola derrochando personalidad propia, y por otro el dúo O/V/R y UVB para dar el golpe final a una noche de artillería pesada.

Puede tener muchos detractores, pero lo que es innegable es que Marco Carola es una de las mayores figuras representantes de toda una corriente de la electrónica. Tras más de veinte años de carrera que comenzaron en su lugar de orígen, Nápoles, sabe ganarse al público y es lo que hizo una vez más con la aclamada sala de Humanes. Combinando tech-house y minimal, generando quizás un poco de desconcierto por sus cambios bruscos de género, y con guiños al pasado como cuando mezcló la vocal “Good life” de Inner City. Al sonar el socorrido remix de Eats Everything al “Flash” de Green Velvet, la sala se vino abajo.

Mientras tanto, en las profundidades de la satélite encontramos un cierre con sonido a hoy, mañana y pasado, gracias a los clásicos con los que nos brindaron James Ruskin & Regis. Representantes del sello británico Blueprint, reactivaron en 2016 el proyecto O/V/R con el que debutaron en 2009 y el cual les une, para sacar el EP Easy Prey. Dinámicos y entregados, supieron dar al público lo que necesitaba con temas como “Three O’three” de Public Energy y el remix de Dax J a “Dark Manoeuvres” de Envoy.

El joven francés UVB tenía cincuenta minutos para que la sala cerrase, y no necesitó ni uno más para dejarnos claras sus intenciones. Sin dejarnos recuperar aliento ni un solo segundo, sonaron en su sesión los temas de su EP para Mord, The School of Intolerance, y el clásico y siempre efectivo “The Elephant song” de Aphex Twin con su aka AFX.

Como siempre, Code ofreció una programación completa, arriesgada y muy especial que complementó la habitual luz y energía que se desprende de Fabrik. Una nueva noche, una nueva conquista.